La arquidiócesis tiene 12 082 km² y extiende su jurisdicción sobre los fieles católicos de rito latino residentes en la parte meridional del estado de Baviera.
En 2021 en la arquidiócesis existían 747 parroquias agrupadas en 3 regiones pastorales y 40 decanatos (661 parroquias, 69 curatos y 22 cuasiparroquias, a 1 de octubre de 2007), organizadas en tres regiones de atención pastoral (seelsorgsregionen) con cuarenta decanatos:
La región de Baviera, en la época romana, formaba parte de la provincia de Recia segunda, cristianizada a partir del siglo IV, y estaba enteramente bajo la jurisdicción de los obispos de Augsburgo. El fin del Imperio romano y la ocupación de la tribu bávara pusieron en crisis la organización eclesiástica. Los bávaros fueron cristianizados entre los siglos VI y VII, aunque poco se sabe de los misioneros que evangelizaron la zona durante este período.
En 716 el obispo Corbiniano llegó a Baviera para dar una organización a la Iglesia local. Construyó un monasterio en una colina cerca de Frisinga. La organización fue completada por Bonifacio, quien erigió varias diócesis en 739, incluida la diócesis de Frisinga. Inicialmente era sufragánea de la arquidiócesis de Maguncia (hoy diócesis de Maguncia), pero en 798 pasó a formar parte de la provincia eclesiástica de Salzburgo.
En 769 el obispo Atto (784-810), cuando era abad de Scharnitz, fundó el monasterio de Innichen (San Candido), en el sur del Tirol, que entonces formaba parte de la diócesis de Frisinga. El monasterio fue el punto de partida de los misioneros bávaros para la evangelización de las tribus eslavas, hasta Panonia, Bohemia y Moravia. Cuando en el siglo IX san Metodio llegó a Moravia, surgieron conflictos de jurisdicción sobre estas tierras: el obispo Anno de Frisinga (854-875) participó en el arresto de Metodio y en el juicio en su contra.
Entre los obispos del siglo X, destaca en particular la figura de Lamberto (938-957), venerado como santo. En un período difícil, debido a la incertidumbre provocada por las continuas incursiones de los húngaros, se le atribuye la liberación de los invasores. Supo aumentar los bienes de la Iglesia de Frisinga, dirigir escrupulosamente la gestión administrativa y financiera de su diócesis, construir iglesias y capillas.
Otra figura importante es el beato Otón de Frisinga (1138-1158), quien más que ningún otro obispo supo introducir la reforma gregoriana en su diócesis, dirigida en particular a reformar el capítulo de los canónigos catedralicios, clero y monasterios.
Desde 1220 los obispos de Frisinga fueron reconocidos oficialmente por el emperador como príncipes-obispos del Imperio. El territorio sobre el cual los obispos ejercían poder temporal y soberanía plena, y que gozaba de inmediación imperial, incluía varios territorios dentro y fuera de la diócesis: entre estos la ciudad de Frisinga, el área al este del río Isar desde Frisinga hasta Ismaning inclusive, el señorío de Burgrain y el condado de Werdenfels.
Entre el siglo XVI y el siglo XVIII los obispos de Frisinga ocuparon varias sedes alemanas al mismo tiempo, una práctica generalizada en estos siglos en los territorios imperiales. Varios obispos se destacaron por sus actividades en los campos cultural y artístico. Johann Franz Eckher von Kapfing (1696-1727) consagró más de 170 iglesias en el curso de sus muchas visitas pastorales, encargó al benedictino Karl Meichelbeck que escribiera la Historia Frisingensis e hizo restaurar la catedral en 1724, con motivo del milésimo aniversario de la diócesis.
Tras el Acuerdo de 1817 entre el Reino de Baviera y la Santa Sede,[1] el obispado fue trasladado a Múnich y elevado al rango de arquidiócesis metropolitana con su nombre actual. Estas disposiciones fueron sancionadas el 1 de abril de 1818 con la bulaDei ac Domini Nostri del papaPío VII,[2] que también disponía que la nueva arquidiócesis incorporaría todos los territorios bávaros de la suprimida diócesis de Chiemsee, y parte de los de la arquidiócesis de Salzburgo y el rectorado de Berchtesgaden.[nota 4] La bula estableció el número total de parroquias en la arquidiócesis en 360.
El primer arzobispo, Lothar Anselm von Gebsattel, elegido en febrero de 1818, tuvo que esperar hasta el 15 de agosto de 1821 para ser consagrado, debido a desacuerdos sobre la aplicación del concordato.
El 9 de febrero de 1914 adquirió una pequeña porción de territorio de la diócesis de Augsburgo.[3]
El arzobispo más famoso de la arquidiócesis fue Joseph Ratzinger, desde que fue elegido papa y tomó el nombre de Benedicto XVI.
Estadísticas
Según el Anuario Pontificio 2022 la arquidiócesis tenía a fines de 2021 un total de 1 764 540 fieles bautizados.
↑Por el cambio de las fronteras del sur de Baviera, menores porciones de territorio que habían sido cedidas a la misma arquidiócesis de Salzburgo y a la diócesis de Bressanone.
↑El 6 de febrero de 1404 fue nombrado arzobispo de Salzburgo, pero esa elección no tuvo efecto
↑Electo en joven edad (14 años), no recibió las órdenes sagradas; a los 17 años, renunció a favor del hermano para poderse casar.
↑Hermano del precedente, no recibió la consagración episcopal. Ziegler, Dictionnaire d'Histoire et de Géographie ecclésiastiques, vol. XVIII, París, 1977, col. 1197.
↑Tenía 6 años cuando fue elegido obispo de Frisinga; en 1573 fue electo obispo de Hildesheim, en 1581 de Lieja y en 1585 de Münster; dos años antes fue electo arzobispo metropolitano de Colonia.
↑El 3 de junio de 1669 fue nombrado obispo de Ratisbonacum retinendi ecclesia Frisingensis (Eubel IV, p. 190, nota 4).
↑El 4 de noviembre de 1685 sucedió a Alberto Sigismondo en sede de Ratisbona; el 20 de noviembre de 1688 fue nombrado arzobispo de Colonia.
↑Fue obispo de Ratisbona, manteniendo a la vez que el de Frisinga (Eubel, V, p. 205, nota 5).
↑El 4 de mayo de 1764 fue nombrado también obispo de Ratisbona manteniendo la de Frisinga (Eubel VI, p. 352).