Yolanda de Vianden
Violante o Yolanda de Vianden, (O.P.), (Vianden, ca. 1231 - Marienthal, 17 de diciembre de 1283), fue la hija menor del conde Enrique I de Vianden y de Margarita de Courteney, Marquesa de Namur. Ingresó, muy joven, en el monasterio dominico, de Marienthal (Luxemburgo), en contra de los deseos de sus padres. Llegó a ser priora y es una leyenda en la historia de Luxemburgo. Es venerada como santa por la Iglesia católica. HagiografíaEl conocimiento que hay sobre Yolanda se debe en gran parte al poema épico Yolanda von Vianden, escrito por el fraile Hermann de Veldenz (O.P.), uno de sus dos únicos trabajos conocidos (el otro escrito en prosa sobre la vida de Yolanda). El poema cuenta como, siendo una jovencita y en contra de los deseos de sus padres, ya quería hacerse monja. Por su lado, su madre había concertado un matrimonio con el noble Valerán I de Monschau, con el fin de consolidar la influencia de los Condes de Vianden, especialmente en lo que se refiere a sus relaciones con los condes de Luxemburgo, con los que querían emparentar.[1] En 1245, teniendo Yolanda la edad de 14 años, su madre, Margarita de Courteney, marquesa de Namour, la llevó, junto a su futuro compañero a visitar el monasterio de Marienthal, donde Yolanda, de manera sorpresiva, corrió para conseguir la protección del convento y obtuvo su admisión como novicia. Un año después, Margarita volvió acompañada de nobles armados, amenazando con destruir el monasterio si Yolanda no aceptaba dejarlo. A la chica la convencieron para que volviera a Vianden, donde sus padres intentaron retenerla en el castillo. Pero ella no se amilanó, al contrario, afianzó su visión con sus charlas con los conocidos frailes dominicos como Walter de Meisemburg y San Alberto Magno. Finalmente se llegó a la conclusión, con el acuerdo de su madre, de que Yolanda debía volver al monasterio de Marienthal. En ello influyó el que Yolanda se había escapado y escondido en una cueva; cuando su madre la encontró le rogó que volviese a casa, aunque mantuviera su decisión de hacerse monja.[2] Allí llevó una vida de oración y caridad durante muchos años. En 1258 fue elegida priora, cargo en el que se mantuvo hasta su muerte, 25 años más tarde, en 1283. Es de destacar que su propia madre, Margarita, ingresó en el monasterio tras las muerte de su marido en 1252 en el curso de la Séptima Cruzada. De los restos de Yolanda solo hay un cráneo que se dice que es de ella. Se conserva y expone en la Iglesia de los Trinitarios de Vianden. El monasterio se cerró en el siglo XVIII, por lo que no se pueden buscar allí más restos de ella. La determinación y firmeza de Yolanda para abandonar las riquezas y privilegios de la nobleza en favor de la vida austera y devota monacal, se consideró extraordinario e inspirador. No cabe duda de que Fray Hermann se inspiró en ello para escribir la historia de su vida y explica la razón por la que en Luxemburgo su persona y su vida son tan reverenciadas por las mujeres. Los poemas sobre YolandaHay dos poemas que relatan su vidaː
Bibliografía
Referencias
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