Víktor Askóchenski
Víktor Ipátievich Askóchenski[a] (AFI: ['vik.tər ɪ̯.'pa.tʲjɛ.vɪt∫ as.'ko.t͡ɕens.kʲɪj]; 13 de octubre de 1813, Vorónezh - 30 de mayo de 1879, San Petersburgo) fue un escritor, periodista e historiador ruso. Sus escritos más importantes fueron los análisis sobre la historia de la ortodoxia en la Ucrania del Imperio ruso. BiografíaNació en Vorónezh, hijo de un clérigo que había dirigido el coro de su provincia natal. Tras unos breves años siendo educado en casa, fue a estudiar al Seminario Teológico de Vorónezh. Allí completó el curso como uno de los mejores alumnos, ingresando en la Academia Teológica de Kiev. Como estudiante de teología, filología e historia, obtuvo su licenciatura cum laude a finales de 1839.[1] Así, fue nombrado profesor adjunto de polaco y alemán, además de patrología a partir de 1841. Durante este tiempo se dedicó a estudiar a fondo la Biblia y los Padres de la Iglesia. Escribió su primer escrito en la revista Voskresnoye chteniye (Lectura dominical), en 1839, continuando su labor periodística en revistas como Mayak (Faro) y Moskvityanin (El Moscovita) con poemas y artículos.[1] En 1844, abandonó la Academia y fue a vivir con el gobernador general del territorio sudoeste, Dimitri Gavrílovich Bíbikov, como tutor de uno de sus parientes, muriendo en el mismo año su esposa.[1] En 1846, publicó en Kiev su primer libro, Kratkoye nacheptanye istorii russkoy literatury (Breve reseña de la historia de la literatura rusa), una compilación biográfica de escritores tanto ateos como religiosos, junto con comentarios de Askóchenski a las obras. Entre 1846 y 1849, trabajó en Zhytómyr como asesor de la Gobernación de Volinsky, y desde el fin de esta labor hasta 1851 el cargo de juez de conciencia y presidente de la Cámara Civil en Kamianéts-Podilskyi. Al término de dicha labor, se instaló en Kiev, como asesor universitario.[1] Durante este período experimentó una profunda crisis interna, fruto de la muerte de su segunda esposa (1847). Así, un escepticismo juvenil, acompañado de una actitud crítica ante aspectos de la vida pública y la Iglesia (educación espiritual, monasticismo...), dio paso a una cosmovisión conservadora. Su producción pasó a ser entonces exclusivamente literaria, siendo, hasta el final de su vida, su única fuente de ingresos.[1] De este modo comenzó su producción sobre la historia de la ortodoxia, con una biografía sobre el monje Vasili Grigorovich-Barski, titulada V. G. Grigorovich-Barskiy, znamenityy puteshestvennik v. (V. G. Grigorovich-Barski, el famoso explorador del siglo XVIII, 1854). A esta obra siguieron su Kiyev s drevneyshim yego uchilishchem Akademiyeyu (Kiev con su Academia más antigua, 1856)[2] y su obra cumbre, Istoriya Kiyevskoy dukhovnoy akademii, po preobrazovanii yeye, v 1819 godu (Historia de la Academia Teológica de Kiev, en su transformación, desde 1819; 1863).[3] En 1857, se trasladó a San Petersburgo, lanzando en julio del año siguiente el semanal Domashney Besedy (Conversaciones en el hogar), el cual editó durante veinte años.[1] Ensalzando los valores espirituales de la civilización ortodoxa rusa, escribió un artículo contra Aleksandr Pushkin, titulado «¡Dejadnos tener nuestra propia opinión!». En la línea defendida por Avsenkti Martinov en la década de 1840, le acusó de atacar a la Iglesia ortodoxa y sostener los «aborrecibles valores europeos» que habían «corrompido el honor nacional».[4] También publicó una novela, El Asmodeo de nuestro tiempo (Asmodey nashego vremeni, 1858), un apasionado peán a la ortodoxia.[5] En esta obra, Askochénski plasma cómo una imagen exagerada y distorsionada puede corromper al lector, abocándolo a tendencias anticristianas como el escepticismo o el nihilismo. Con ella hizo su debut literario como acusador de la inmoralidad y ateísmo de la sociedad rusa.[1] Asimismo, criticó ferozmente la compilación de artículos del archimandrita Aleksandr Matveevich Bukharev, titulada Sobre la ortodoxia en relación con el mundo contemporáneo, en diferentes artículos (Opravoslavii ν otnosheniiksovremennosti, ν raznykhstat'yakh, 1860).[6] Contra ella alegó que cualquier persona que «defiende la Ortodoxia y extiende su mano a la civilización contemporánea es un cobarde, renegado y traidor». Cuando posteriormente Bukharev se disponía a publicar un libro sobre el Apocalipsis, el sínodo lo prohibió, a recomendación de Askóchenski.[7] A causa de una enfermedad mental, en 1877 fue internado en el Hospital Petropavlovskoy (de Pedro y Pablo) de San Petersburgo. Con motivo de este suceso, en el número 45 de Domashney Besedy (5 de noviembre) aparece el siguiente texto, titulado «Anuncio triste, pero necesario, para suscriptores, lectores y admiradores de Domashney Besedy» (Грустное, но необходимое объявление подписчикам, читателям и почитателям "Домашней Беседы"):[1]
Fallecería en dicho hospital el 30 de mayo de 1879, sepultado en el Monasterio Costero de San Sergio.[8] De poco talento para la ficción artística, fue un publicista por vocación, adquiriendo notoriedad en el campo periodístico gracias a sus fervorosos ataques, más que por su ingenio y sabiduría. Todas sus obras literarias alcanzaron cierto éxito, siendo vendidas a cabo de la primera edición.[1] De este modo, sus escritos dividieron a la crítica. Entre sus detractores sen encontraban Alexander Herzen, Apollón Grigóriev y Fiódor Dostoyevski; mientras que sus seguidores fueron Nikolái Leskov, Lev Tolstói[9] y Serguéi Nilus.[8] Mayor importancia tuvieron sus trabajos históricos. CarácterLa publicación de su Dnevnik (Diario), en 1882, muestra que su oscurantismo se explica por sus fracasos personales. Así, los pasajes correspondientes a su época como profesor muestran a una persona totalmente diferente. La muerte de su primera (1844) y segunda esposa (1847), junto con la crisis sufrida tras su instalación en Kiev (1851), convirtieron a Askóchenski en un individuo no sólo más conservador, sino también más mordaz e introvertido.[1] Obras
Póstumo
NotasReferencias
Bibliografía
Véase también |