Esta disciplina es una derivación de antiguas prácticas ecuestres relacionadas con el ámbito militar. Desde los mongoles comandados por Gengis Khan hasta las últimas escuelas militares de caballería, la acrobacia a caballo ha constituido una forma de entrenamiento para afrontar de la mejor forma los más duros combates durante las guerras.
Como deporte, los antecedentes se remontan a la antigua Roma, cuando junto a carreras de caballos y se practicaban coreografías acrobáticas sobre caballos a pleno galope que constituían el programa educacional y de esparcimiento de los jóvenes romanos de alto nivel social.[1]
Participantes
Los volteadores: son responsables no solo de sí mismos, sino también de sus compañeros y del caballo.
Los conductores de cuerda: son los especialistas que manejan al caballo para lograr de los volteadores su óptimo rendimiento.
Los caballos: deben ser sumisos y tener un galope con ritmo.