Velero (profesión)Antiguamente, un velero era un menestral dedicado a la fabricación de velas de barco y elementos navales auxiliares manufacturados a base de tejidos cosidos. Actualmente, las personas que se dedican al oficio disponen de máquinas de coser, máquinas de cortar, software de diseño y tejidos sintéticos muy variados. Además, pueden beneficiarse de los adelantos científicos y técnicos de todas las disciplinas asociadas. Especialmente en el campo de la aerodinámica. Suelen trabajar para empresas de fabricación de velas, denominadas velerías. Elementos del oficio tradicionalPuesto de trabajoLos veleros acostumbraban a trabajar en obradores propios, a diferencia de los maestros de azuela que trabajaban a pie de barco o de barca, a los astilleros o en la playa.[1] En casos especiales las velas podían ser cortadas y cosidas en locales cedidos por las autoridades. Para la Jornada de Túnez fue habilitado el salón de la Llotja de Mar.[2] Materias primerasTejidosLa materia primera más importante de un maestro velero era el tejido. Para los barcos gordos (galeras, cocas, naves,...) los tejidos eran de lona o similar, a base de cáñamo. Para embarcaciones menores se usaban tejidos más ligeros. En cuanto a las lonas, había algunos lugares famosos que producían tejidos especialmente adecuados para hacer velas. El nombre de la localidad determinaba la denominación del tejido: Olonne, Vitré, Pontivi, ... Cataluña producía cáñamo y fabricaba velas en cantidades suficientes para el consumo propio. El tejido más típico era la cotonía.[3] HiloEl hilo es básico para coser velas de calidad. Una vela no es más que un conjunto de trozos de tela cosidos de manera especialmente reforzada. El hilo básico para las velas tradicionales era hilo de cáñamo. Había varios tipos de hilo. El hilo de empalomar, más grueso que el de coser velas, se usaba para coser la vela a la relinga.[4][5] HerramientasMedir, marcar y cortarLos veleros compraban el tejido a los algodoneros. A menudo se trataba de cotonía de una anchura no documentada, pero estimada entre 40-60 cm. Las piezas tejidas hacían una longitud de unas 60 canes y su precio en Cataluña está documentado en canes. En Valencia los documentos hablan de alnas y en Génova hablan de gúas. Cada vela estaba formada por varias partes llamadas, genéricamente, versos ( “piezas de tela”). Antes de cortar el tejido de la pieza había que mesurar y marcar las líneas de corte. No hay documentación publicada sobre la unidad de medida de los veleros de Barcelona. No se puede afirmar si los veleros mesuraban con una cana (y palmo de cana) o con una gúa (y palmo de gúa). Un golpe mesurado el tejido había que marcarlo antes de cortar. No está documentado el instrumento usado por los veleros medievales para marcar las piezas. No es imposible que fuera un simple trozo de carbón. En el caso de marcas curvadas y cortes con curvatura, se empleaba el sistema de la brusca. Banco de coserLos veleros tradicionales a menudo cosían las velas sentados en un banco de velero o banco de coser. CoserPara coser el vessos ya cortados hacía falta un hilo adecuado y agujas de varias formas. Las agujas más frecuentes eran rectas y de sección triangular. Para poder empujar la aguja con cierta facilidad, el velero empleaba una herramienta llamada palma. Un dedal no habría sido suficiente teniendo que atravesar tejidos gruesos a menudo plegados en tres y cuatro dobladillos. Antes de coser los veleros enceraban el hilo con cera de abejas. Un hilo encerado deslizaba más fácilmente. En ciertos casos había que inmovilizar una parte del tejido con el que el velero estaba trabajando. Esto se podía hacer con piezas pesadas, punzones o similares. En otros casos había que estirar una parte del tejido o de una ralinga con un gancho parecido a los de los estibadores. Para sujetar dos piezas, estirando con una mano y cosiendo con la otra, se empleaba un gancho de velero ("sailmaker's hook" en inglés). El gancho se clavaba a las prendas de ropa y se ligaba en el banco. Esto permitía que el velero tuviera las dos manos libres.[6] DecorarNo siempre las velas eran enteramente “blancas”, entendiendo por blanco el color del tejido original. Hay contratos de construcción que especifican versos de color rojo para alternarlos con los blancos. Probablemente los veleros compraban la cotonía ya tintada de rojo.[7][8] Un aspecto interesante, que muestran las representaciones pintadas y miniaturas de los barcos medievales y modernos, es el de las cruces que muestran algunas velas. Particularmente algunas naves portuguesas y galeras catalanas. No está documentado si se trataba cruces pintadas o cosidas sobre la vela. También se desconoce si este trabajo de decorar las velas con cruces correspondía a los maestros veleros. Documentos
Referencias
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