Vaso (alfarería)

Vaso, como recipiente cerámico contenedor y quizá por su importancia en arqueología,[1]​ ha sido aceptado en la terminología alfarera y especialmente en ceramografía, llegando a sustituir al término tradicional vasija. El propio Diccionario de la lengua española (DLE), tras dar a la voz latina «vasum» su origen etimológico, anota como significado o acepción principal el de pieza cóncava de diferentes tamaños capaz de contener algo.[nota 1][2]

Levantando el vaso de arcilla en el torno eléctrico.

Vaso alfarero en arqueología

Los ceramógrafos denominan vaso a toda vasija de arcilla capaz de contener algo: líquidos como el agua, el aceite o la cerveza; semilíquidos (como el garum o la miel); o bien, sólidos: granos diversos, aceitunas, frutos secos, etc.

Las clasificaciones morfológicas pueden llegar a ser exhaustivas. Una evaluación elemental distingue formas simples y formas compuestas; entre las primeras estarían las figuras geométricas de revolución, como el cilindro, el cono, la elipse y la esfera (además de los correspondientes vasos semiesféricos y vasos troncocónicos); la complejidad de formas posibles compuestas dificulta su catalogación y tanto morfología como denominaciones varían en función del lugar de producción.[3]

Existen asimismo otras pautas de clasificación y ordenamiento, en función de las técnicas y materiales empleados.[nota 2]

Principales tipos morfológicos

Objetos de la cultura campaniforme.
Albarelo (dinastía Ming, ant. a 1600).
Cuenco de cerámica romana (siglo II).
Bacín. Chinchilla de Montearagón (Albacete)
  • Vaso campaniforme, llamado así por su forma de campana invertida y con una antigüedad arqueológica de cinco mil años. Pieza emblemática que da nombre a la cultura del vaso campaniforme.
  • Vaso albarelo, recipiente alto y cilíndrico en forma de tarro, bote de uso tradicional en establecimientos botica.
  • Cuenco y escudilla, vasos troncales en la clasificación arqueológica, de boca ancha y origen prehistórico.
  • Bacín, definido en el Diccionario de la Real Academia Española entre las acepciones de vaso, como "vaso de barro vidriado, alto y cilíndrico" con las funciones de un orinal.

Véase también

Ejemplos de la rica vitrina de modelos que la arqueología ha dedicado al vaso alfarero a lo largo de la historia de la cerámica:

Referencias

  1. Caro, 2008, p. 210.
  2. «Definición de vaso en el DRAE». Consultado el 6 de septiembre de 2012. 
  3. Caro Bellido, Diccionario de términos cerámicos y de alfarería, p. 210.

Notas

  1. Es sintomático que la Academia haya enmendado la entrada de "vaso" usando un término común en arqueología y cerámica, la pieza alfarera; si bien, como en otras muchas definiciones, resulta paradójico que intentando definir oficialmente un recipiente conocido por todo el mundo, se le dé una definición final en la que cabrían objetos tan dispares como un dedal y una bañera. Quizá en este aspecto resulte más prudente -aunque también equívoca- la definición que dan Fatás y Borrás en su Diccionario de términos de arte: "recipiente de pequeño tamaño".
  2. La importancia cuantitativa y cualitativa de los vasos en los ajuares funerarios y su significación, han sido suficientemente evaluadas, estudiadas y ordenadas en repertorios arqueológicos que difícilmente aportan la información contenida en los dieciséis versos escritos por la premio Nobel de literatura Gabriela Mistral en su poema El vaso. Universidad de Chile. Consultado el 31 de octubre de 2012.

Bibliografía

  • Caro Bellido, Antonio (2008). Diccionario de términos cerámicos y de alfarería. Cádiz: Agrija Ediciones. ISBN 84-96191-07-9. 
  • Carmen Padilla Montoya, Equipo Staff, Paloma Cabrera Bonet, Ruth Maicas Ramos (2002). Diccionario de materiales cerámicos. Madrid: Subdirección General de Museos. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Secretaría General Técnica. Centro de Publicaciones. ISBN 84-36936-388. 
  • Fatás Cabeza, Guillermo; Borrás, Gonzalo (1993). Diccionario de Términos de Arte. Madrid: Anaya. ISBN 84-7838-388-3.