Vals poéticoVals poético es una composición para piano de Felipe Villanueva, compuesto el mismo año de su muerte, en 1893.[1] Se dice que por las tonalidades que llegó a tener dicho vals se le pudo considerar único en su tipo. Fue Gustavo E. Campa quien se encargó de hacer público y no privada dichas partituras después de la muerte de Villanueva. Así mismo Campa también orquestó parte del vals e invitó a Villanueva que fuera partícipe del grupo de los seis de la Sociedad Anónima de Conciertos.[2] Forma parte de la popular trilogía de valses mexicanos junto con Vals Capricho de Ricardo Castro y Sobre las olas de Juventino Rosas. También se puede decir que Vals poético pertenece al grupo de obras más elaboradas en piano que demostraban la habilidad de Villanueva, por su ingenio con la melodía y la armonía. Contexto históricoCompositor y pianista del Romanticismo mexicano, Felipe Villanueva escribió mazurcas, polcas, danzas y valses. El Vals poético es una de las composiciones con más referencias dentro del repertorio de tradición mexicana, incluso fue lo que inmortalizó como compositor durante más de 100 años.[3] Dicha obra fue de gran influencia para el compositor Manuel M. Ponce, ya que, sin la inspiración de esta obra musical mexicana, no se hubiera logrado el Scherzino mexicano (1922) de Ponce, en el cual se observa claramente muchas técnicas utilizadas en el Vals poético. Un ejemplo de esto se describe de la siguiente manera: “la obra está escrita en 6/8 pero ya en el primer compás hay una superposición de un 6/8 en la mano izquierda y de un 3/4 en la mano derecha. Esta relación la encontramos también en el cuarto compás solo que aquí la mano izquierda es la que está en 3/4y la mano derecha en 6/8. Ponce bien podría haber escrito tres negras en la mano derecha del primer compás y tres negras en la mano izquierda del cuarto”. Aunque de todo esto es muy probable que sean especulaciones que se tengan que comprobar exhaustivamente.[4] CaracterísticasA diferencia de los valses anteriores que el autor creó, este vals en específico tiene algunas características diferentes, entre ellas la tonalidad en sol bemol que es algo inusual en este tipo de género musical, así como también en el hecho de que quien cante este vals o el acompañamiento para este vals sea un tenor y no una soprano como normalmente se les adjudica este tipo de composiciones. Caso parecido sucede en Chopin. Se puede encontrar en este vals también una modulación entre las tonalidades de sol bemol y mi bemol menor, realizando así un cambio de tono armónico, esto sólo se logra al escucharlo al principio como sugerencia ya que en el resto de la pieza no se vuelve a encontrar dicho cambio.[5] Interpretaciones
Referencias
Bibliografía
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