Un enemigo del pueblo es la historia del doctor Thomas Stockmann y de una ciudad cuyo balneario es la principal atracción turística y el motor de la economía local.[1]
El Dr. Stockmann es una de esas personas que poseen firmes principios y sucede que descubre en el agua una bacteria contaminante, capaz de poner en riesgo la salud de toda la población. A partir de ello se propone advertir a los demás acerca de semejante peligro.
Esta decisión lo enfrenta a los poderosos de la ciudad, a los periodistas y a los medios de comunicación, incluso a su propio hermano, el alcalde. Los pobladores y las autoridades parecen más preocupados por los inconvenientes económicos que la desinfección del agua acarrea y por la posible pérdida de clientes del balneario que por la salud de las personas. De esta forma confrontan intereses económicos que priman por sobre la salud del pueblo.
El doctor combate encarnizadamente contra todos los sectores poderosos de la comunidad, diciendo aquello que nadie desea oír. Se lo señala como traidor y todo el pueblo confabula para hacer imposible la vida de Thomas y la de su familia, llegando incluso a ponerlos en riesgo.
Comentarios
Esta obra bien pudo haberse escrito en la actualidad por la vigencia de su trama, así como por su transcurrir que puede acontecer en casi cualquier lugar del mundo en donde los intereses del capital se antepongan a la protección de la vida y el medio ambiente. Es notable su influencia sobre la novela Tiburón, de Peter Benchley.
Las obras de Henrik Ibsen siempre tuvieron un trasfondo de crítica social, en ésta se expone el riesgo de que la democracia degenere en demagogia y sobre el precio que paga quien dice a viva voz eso que la mayoría niega. Una obra sobre el coste de airear la verdad cuando es odiosa.
La actualidad de Un enemigo del pueblo nos muestra a políticos expertos en dobles lenguajes, medios de comunicación que se presentan funcionales al poder y que pactan con este, intereses particulares enmascarados bajo la noción de «bien común» y una opinión pública a la que se sacraliza al tiempo que se la manipula obscenamente.
Representaciones
Estrenada en el Christiania Theater de Oslo el 13 de enero de 1883, con dirección de Johannes Brun e interpretación de Arnoldus Reimers. Sucesivos estrenos, ese mismo año, tuvieron lugar en Helsinki (5 de febrero), Estocolmo (3 de marzo) y Copenhague (4 de marzo). Tras las capitales escandinavas, se estrenó en Berlín (1887), Berna (1888), Viena (1890), París (1893) y Londres (1893). Uno de los más célebres intérpretes del personaje principal fue el ruso Konstantín Stanislavski que montó la obra en el Teatro de Arte de Moscú en 1900.
El dramaturgo estadounidense Arthur Miller realizó una adaptación que se estrenó el 28 de diciembre de 1950 en el Broadhurst Theatre de Broadway, con Fredric March encabezando el reparto, acompañado por Florence Eldridge, Rod Steiger y Ralph Robertson.
Los Teatres de la Generalitat Valenciana acogieron en 2004 un montaje de la obra dirigido por Carme Portaceli, con adaptación de la directora. Se representó en la Sala Rialto, luego inició una gira por la Comunidad Valenciana y acabó en el Teatre Romea de Barcelona.
2018: dirigida por Lisandro Fiks en el Teatro Regio (CABA) e interpretada por Con Juan Leyrado, Raúl Rizzo, Edgardo Moreira y elenco.
Hubo una versión protagónica femenina, representada por la actriz Virginia Lago, con el título de Una enemiga del pueblo, bajo la dirección de Omar Grasso, representada en el teatro Alfil (de Buenos Aires).
Representación, en la emisión del 29 de mayo de 1981 del programa de TVEEstudio 1, con dirección de Francisco Abad y actuación de José Bódalo, Irene Gutiérrez Caba, Alberto Fernández, Francisco Merino, José Vivó, Victórico Fuentes, Francisco Melgares, Cristina Higueras, Julio Morales, Manuel Zarzo, David Zarzo, Isidro Luengo, Luis Maluenda, José María Álvarez, César Varona, Francisco Bernal, José Padilla, Teresa Guaida, Amparo Climent, Cándida Tena, Virginia Soto, Agustín Bescos, Cecilia Lomo, Alfonso Castizo, María Álvarez y Emilio Mellado.