Trastorno hidroelectrolítico
Los trastornos hidroelectrolíticos son todas aquellas alteraciones del contenido corporal de agua o electrolitos en el cuerpo humano. Se clasifican según sean por defecto o por exceso. Sus causas son diversas, y se agrupan en función de la causa que las produce:[1][2]
Los trastornos hidroelectrolíticos severos o prolongados pueden conducir a problemas cardiacos, alteraciones neuronales, malfuncionamiento orgánico, y en última instancia, la muerte. Los electrolitos juegan un papel vital en el mantenimiento de la homeostasis dentro del cuerpo. Ayudan a regular las funciones del miocardio y neurológicas, el balance de líquido, la entrega de oxígeno, el equilibrio ácido-base y mucho más. Los disturbios electrolíticos más serios implican anormalidades en los niveles de sodio, potasio, y/o calcio. Otros desequilibrios del electrolito son menos comunes, y a menudo ocurren conjuntamente. La especialidad médica encargada de estudiar y corregir estas alteraciones es la nefrología, dado que el riñón es el órgano principal de mantener la homeostasis o equilibrio de todas estas sustancias. NomenclaturaHay una nomenclatura estándar para los desórdenes electrolíticos:
Tipos de trastornos hidroelectrolíticosLas principales alteraciones hidroelectrolíticas son las siguientes:[3]
Referencias
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