Toá
Toá: narraciones de caucherías es una novela publicada en 1933 y escrita por el médico, educador y novelista colombiano Cesar Uribe Piedrahíta.[1] La obra narra el horror de la industria cauchera que se apoderó de buena parte de las poblaciones amazónicas durante el siglo XIX y la confrontación entre colonos colombianos y peruanos que disputaban el dominio de este negocio y que llevó a la guerra a estas dos naciones. SinopsisLa novela narra la historia de un médico de veinticinco años, Antonio de Orrantia, que es enviado a las caucherías del Caquetá y del Putumayo con el fin de preparar un informe al gobierno central de Colombia. Antonio recorre diferentes empresas caucheras. Muy pronto se contagia de paludismo y ardiendo en fiebre empieza perder noción de los riesgos que se tienen en la selva. En una de sus paradas conoce a Toá, una mujer indígena de la cual se enamora. La novela es tanto una búsqueda de la selva como un encuentro con la mujer indígena, su cuerpo y su cultura.[2] EstiloLa novela está formada por diálogos constantes entre los colonos. De estos llama la atención la constante presencia de lenguaje supersticioso, énfasis en los acentos y regionalismos, y expresiones coloquiales. En contraste, las palabras del médico siempre chocan con el tiempo presente y la urgencia de las palabras de los colonos. Estos últimos rquieren acción, medidas contundentes para la defensa contra los peruanos y el primero trae expresiones de un idealista y un estudioso. La voz del narrador se debate entre los juicios racistas hacia las tribus amazónicos y la indignación por el maltrato hacia estas por parte de los caucheros. El libro expone con crudeza el trato que recibieron los indígenas por parte de los caucheros, en especial los peruanos que invadieron territorio colombiano. Por su parte, los indígenas son presentados en una escala apenas superior a la de los animales. "Graznaban", "aúllaban" son algunos verbos que el narrador emplea para referirse a las acciones de los nativos. Incluso en las descripciones de las ceremonias sagradas o la celebración de rituales se les cataloga como salvajes, herejes o bárbaros. No obstante, al narrar las torturas y las crueldades cometidas por los caucheros peruanos, el narrador encarna un tono afectado por la indignación y horrorizados por los excesos de los colonos. Estos son personajes desmedidos, que disfrutan mutilar, quemar, violar, ahogar y asesinar a los indígenas. El personaje de Antonio se enmarca en el prototipo del hombre blanco de origen urbano y académico, desconectado de la realidad de la selva y que lleva sus intereses de investigador por encima de las necesidades de supervivencia. EstructuraEl prólogo de esta obra está firmado por Antonio García. Consta de 17 capítulos Al final Uribe Piedrahíta agregó un glosario con unos XXX términos, nombres y expresiones propios del contexto caucheros, las tribus y los colonos. La edición primera fue publicada con una serie de grabados del autor que ilustran la cotidianidad de la empresa del cuacho: grupos indígenas en sus rutinas y ceremonias, colonos en sus labores, nativos torturados o moribundos. Este recurso fue muy escaso en las ediciones de la época y se perdió en las ediciones posteriores. TemasUno de los valores de esta novela es la continua presencia y descripción de miembros de las comunidades nativas de la zona sur del departamento de Caquetá, además del uso de su lenguaje. Entre ellas se destacan la comunidad siona, los huitoto, los nofuique, entre otros. En su experiencia como médico rural, el autor llegó sentir simpatía, al punto que pintó varios grabados de su orfebrería, y dedicó, como médico y científico, esfuerzos importantes para mejorar sus condiciones de higiene y salud. No obstante, la novela nunca profundiza en la cosmogonía o el punto de vista de los indígenas, haciéndolos casi un simple elemento de ambiente o de circunstancia[3]. EdicionesLa publicación original se realizó en Manizales en 1933 a través de la editorial Arturo Zapata.[4] Segunda: Buenos Aires, 1942 (reedición 1945) Tercera: Medellín, 1978 Cuarta: Bogotá, 1979 Quinta: Medellín, 1992 Sexta: Bogotá, 2023 Recepción crítica y académicaDe acuerdo a varios estudiosos,
Según el crítico Juan David Correa en esta novela
En general esta novela se consdeira parte de las expresiones de rechazo a una civilización europeizante que coloniza de manera voraz y ambiciosa la selva y a sus habitantes originarios. Dentro de este grupo también se cuentan La Vorágine de José Eustasio Rivera y El príncipe de los caimanes de Santiago Roncagliolo. Referencias
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