Tomás Frías Ametller
Tomás Francisco Frías Amatller[2] (Tarapaya, Imperio español; 21 de diciembre de 1804-Florencia, Reino de Italia, 10 de mayo de 1884) fue un político boliviano durante la segunda mitad del siglo XIX. Ocupó varios cargos públicos, como el de prefecto de Potosí, varios ministerios y carteras, además de la presidencia de Bolivia en dos ocasiones: de 1872 a 1873 y de 1874 a 1876. BiografíaNacido y criado en la hacienda familiar de Tarapaya, a 36 km de Potosí, tuvo una educación esmerada por parte de sus padres, don José María Frías y doña Alejandra Ametller. Estudió derecho y su juventud la dedicó al comercio y la adquisición de su vasta cultura en sus viajes por Europa, principalmente Italia. Sin embargo sus inquietudes poco a poco lo fueron llevando por el camino de la política. Durante su estadía en Valparaíso, se casó con la boliviana María Josefa Raimunda Ballivián Guerra el 10 de noviembre de 1849. Ella era hija de José María Ballivián de los Barrios y de María Josefa Victoria de Guerra y Bustamante. A través de su padre era prima del presidente José Ballivián y tía del presidente Adolfo Ballivián, mientras que por el lado de su madre era prima del presidente Pedro José Domingo de Guerra. La pareja llegaría a tener 3 hijos. Durante la presidencia de Jorge Córdova, Frías llegó a la prefectura del departamento de Potosí, pero de forma transitoria ya que el país se hallaba en una crisis política a causa del no reconocimiento de la legalidad de las elecciones de 1855. Después del golpe de Estado de Linares fue posesionado como Ministro de Hacienda, entre 1857 y 1861 en el que fue muy claro y restrictivo en cuanto a la administración del presupuesto nacional, principalmente en lo que se refiere a sueldos y gastos de los funcionarios. Durante este ministerio crea la Caja Central de Pagamentos, que centralizó y organizó la economía nacional después de más de 20 años de anarquía administrativa. Creó también un presupuesto dedicado única y exclusivamente a la educación con los que se pudieron comprar libros, pagar sueldos y alquileres e incluso conceder créditos y subvenciones a escuelas y universidades. Fue además el impulsor de leyes pioneras de la época como la de derechos de invención de 1858 o sobre sociedades anónimas de 1860. Impulsó la explotación de la Quina liberalizando la explotación y exportación de este producto. También impulsó la liberalización de otros sectores de la economía nacional como el textil y los minerales (a excepción de la plata). Se esforzó por normalizar la política monetaria boliviana refinanciando la deuda externa por un lado y por otro volviendo a acuñar monedas de plata en Potosí. En 1861 un golpe de Estado derroca a Linares y se forma una Asamblea Constituyente de la que forma parte Frías y que se encarga de elaborar una nueva Constitución y elegir al nuevo presidente. En 1862 se presenta como candidato a la presidencia en oposición a Achá, pero pierde con sólo un cuarto de los votos. A partir de entonces Frías se dedica a la oposición de este gobierno y de los siguientes que se posesionaron de él mediante los diferentes golpes de estado como los de Belzu, Melgarejo o Morales. Cuando este último fue asesinado, los diputados reunidos en la ciudad de La Paz forman un consejo de Estado y designan al Dr. Frías como presidente para no dejar acéfalo el gobierno mientras se asentaba el revuelo político causado. Así el 28 de noviembre de 1872 asume la presidencia, pero inmediatamente convoca a elecciones. Estas fueron con mucho las elecciones más limpias de todo el siglo XIX en Bolivia y su corto primer mandato sólo lo dedicó a presidir estos comicios de la forma más transparente posible reflejándose su espíritu honesto y legalista. El vencedor de estas elecciones fue Adolfo Ballivián, sobrino de su esposa Raimunda, que nombró a Frías como su ministro de Instrucción y Relaciones Exteriores. Sin embargo, la fatalidad vuelve a cebarse con este mandatario y fallece a poco más de un año de su investidura. La presidencia vuelve a recaer en el Dr. Frías que había asumido la presidencia del Consejo de Estado cuando Ballivián cae enfermo. El 31 de enero de 1874 asume por segunda vez el mandato y por orden del Consejo, Frías debe cumplir lo que queda del periodo presidencial de Ballivián. Este segundo mandato fue una continuación en cuanto a la política económica y exterior que había iniciado Ballivián. Esto produjo algunas tensiones de parte de algunos grupos que también aspiraban al poder y que creían ilegal este continuismo. Por otra parte algunas leyes, como la que sometió a una Auditoría general a todos los municipios del país le granjearon algunas enemistades. A lo largo de su mandato se sucedieron una serie de revueltas atizadas por sus adversarios políticos y algunos militares que incluso obligaron a Frías a dirigir un ejército que sofocara violentas insurrecciones en ciudades importantes como La Paz y Cochabamba. Una de estas insurrecciones dio al Palacio de Gobierno de La Paz su actual nombre, cuando un grupo de insurrectos comandados por Resini en su intento de tomar el Palacio quiso vencer a los defensores del presidente, que se hallaba ausente sofocando un levantamiento, lanzando antorchas y quemando el sostén de madera de las tejas y todo el interior. Finalmente los Colorados apoyados por el Coronel Granier sofocaron la revuelta y el edificio sede de gobierno pasó a llamarse Palacio Quemado desde entonces. En cuanto a economía, Frías tuvo malas relaciones con el empresariado minero de entonces que comenzaban a adquirir gran poder e influencia dentro del país. Se firma también durante este periodo el tratado de 1874 con que Bolivia se obligó a no aumentar los impuestos a la explotación de productos naturales por parte de chilenos en el Litoral boliviano, cuyo incumplimiento años después desembocaría en la Guerra del Pacífico. El "asunto" López Gama que quería solucionar el gobierno termina de manera contraria a los intereses del gobierno boliviano, cuando López gana el litigio y el gobierno boliviano debe indemnizarlo con más de 1 millón de pesos que para pagarlos obliga al Estado a rematar Estaca-minas al mejor postor siendo este el mismo López que al final quedó como dueño único de los intereses bolivianos en Atacama. Se lanza la ley de exvinculación de tierras de 1874 que señala el derecho de propiedad de las tierras heredadas por los antepasados a los indígenas y para cuya legalización sólo hace falta la posesión del título que se emitía al coste de 10 cts. y daba derecho absoluto y seguridad jurídica de los indígenas sobres sus propiedades. El 20 de marzo de 1875, una sublevación en su contra liderada por Resini, terminó con la quema y destrucción casi total del Palacio de Gobierno, que desde entonces se conoce popularmente como “Palacio Quemado”. Frías decide en 1876 convocar a elecciones, pero el 3 de mayo, el recientemente ascendido general Hilarión Daza, precipita un golpe de Estado que derroca al gobierno y que es ofrecido por este mismo a Frías al estilo de un autogolpe a lo cual el anciano Doctor no accede y en cambio niega todo apoyo a Daza y su golpe. Al día siguiente Frías es llevado preso a la Recoleta, donde el embajador de Estados Unidos le presta su asistencia. Al ser derrocado en su gobierno en 1876, se fue a Europa donde vivió y fue diplomático de Bolivia en Francia. Murió en Florencia el 1 de marzo de 1884. Véase tambiénReferencias
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