Teresa Ramón
Teresa Ramón Jarné (Lupiñén, Huesca, 1945) es una pintora y artista española. Trayectoria artísticaEstudió en el Instituto Ramón y Cajal y en la Escuela Universitaria del Profesorado de EGB en Huesca.[1] Comenzó a vender sus obras en la Galería S´Art en Huesca.[2] Fue becada por la Diputación de Huesca en 1978 e invitada por el Instituto Italiano de Cultura, permaneciendo en la Escuela de Bellas Artes Pietro Vannucci de Perugia.[1] Sus primeros cuadros tenían un matiz surrealista que derivó hacia un realismo de connotaciones mágicas. Paisajes y figuras femeninas que desembocaron en un concepto figurativo. A partir de 1993 su obra se pobló de elementos simbólicos ancestrales, formas antropocéntricas y símbolos. Su viaje a la República Dominicana le provocó un enriquecimiento de color. Allí fue docente invitada por la Universidad Altos de Chavón (asociada a la Escuela de Diseño Parsons de Nueva York).[3] Se tituló como experta Universitaria en Arte y como Formadora de Formadores de Didáctica de la Expresión Artística por la Universidad Complutense de Madrid. Fue artista invitada por el Gobierno de Marruecos al XXV Foro Internacional de Arte y Cultura en la ciudad de Arcila.[4] En 2002 realizó el mural Catarsis de 90 metros de extensión, en la entrada del túnel internacional de Somport y en 2008 La Ciudad dorada, un mural de 500 metros cuadrados. Creó también esculturas monumentales.[5] Recibió el Premio Aragón-Goya en 2015. El jurado le otorgó el premio por “la proyección de su obra extensa y gran variedad formal, en la que destaca por su creación de arquetipos y emblemas vigorosos y una conciencia social hacia la condición humana desde una perspectiva femenina".[6] Ha realizado numerosas exposiciones individuales y participado en exposiciones colectivas desde 1976 en que participó en II Bienal Nacional ciudad de Huesca.[7] En 2018 realizó una instalación en el Museo de Huesca en la que expresó su personal percepción de la pintura: Le Jeu de Vivre, consistente en cuatro lienzos creados específicamente para el museo.[2][8] Su pintura ha destacado por la investigación sobre materiales y técnicas y una narrativa llena de simbolismo, cercana al universo mitológico y cosmogónico.[9] En 2018 Alejandro Cortés rodó el largometraje Carrasca sobre su vida y su obra que incide en su personalidad y su larga experiencia artística internacional.[10][11] Dicha película fue proyectada fuera de concurso en la 63.ª edición de la Seminci de Valladolid.[12] Reconocimientos
Referencias
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