Templarios en GuipúzcoaLos Templarios en Guipúzcoa crearon establecimientos de la Orden del Temple a lo largo de la provincia con el fin de custodiar las dos grandes vías de comunicación que recorrían los viajantes y los peregrinos que iban o venían de Santiago de Compostela.[1] La primera vía por la costa con establecimientos desde el río Bidasoa pasando por San Sebastián, Zarauz, Aizarna, Azpeitia, Azcoitia, Elgoibar y Vergara. La segunda desde San Sebastián pasando por Tolosa, Segura y Cegama, para penetrar en Álava por el túnel natural de San Adrián.[2] Eran muy queridos y respetados ya que su influencia fue protectora y benefactora en un territorio en el que se puede afirmar que las turbulencias y guerras eran su estado natural a lo largo de la Edad Media.[3] HistoriaLa orden del Temple fue fundada en 1118 en Francia por Hugo de Payns y fue aprobada oficialmente por la Iglesia católica en 1129, durante el Concilio de Troyes.[4] Creció rápidamente en tamaño y poder por las múltiples donaciones recibidas. Con el tiempo despertó recelos en las altas instancias monárquicas y eclesiásticas europeas que lo vieron como un contrapoder para sus intereses lo que llevó a su disolución en el Concilio de Viena de 1312.[5] Guipúzcoa, junto con Vizcaya y Álava no estaban dispuestas a acatar su disolución emitiendo en 1311 un pronunciamiento a favor de los Templarios. Sin embargo para evitar enfrentamientos se acabó por acatar la decisión papal.[3] DescripciónMuchos monumentos templarios han desaparecido a lo largo de la historia, algunos conservados son los siguientes:[3] En las orillas del Bidasoa estaba el Hospital de Santiago. Fue erigido a mediados del siglo XII hasta su destrucción en 1793. En San Sebastián existió la iglesia templaria de Santa Catalina a orillas del río Urumea. Fue demolida en 1719. En Zarauz en el emplazamiento de la actual iglesia parroquial de Santa María de la Asunción, En Aizarna la ermita de Santa Engracia. En Azpeitia la iglesia fortaleza de San Sebastián de Soreasu. En Azcoitia la iglesia de Santa María de Balda. En Vergara la iglesia de Santa Marina de Oxirondo perteneció á los Templarios. En Elgoibar la antigua iglesia de San Bartolomé de Olaso edificada en un alto, fuera de la población, perteneció á los Templarios. Era de suma importancia estratégica por vigilar las comunicaciones de la línea del río Deva y Vizcaya. En Tolosa poseían los Templarios la iglesia de San Juan de Arramele, en las afueras de la población, en el mismo punto en que hoy se halla establecida la Casa de Beneficencia. En Segura, cerca del túnel de San Adrián en Sancti Spiritus, existió un antiguo monasterio de los Templarios y un Hospicio para los peregrinos y viajantes. ´La iglesia parroquial de San Andrés se piensa que perteneció á los Templarios. En Cegama, la iglesia de San Bartolomé, el monasterio de Sancti Spiritus y el Hospital de Santa Bárbara pertenecieron a los Templarios. En la parroquia existía en su sacristía un retrato mural que se decía representaba a un caballero Templario. Desapareció en unas obras en 1850. En el peñascal de Aizgorri existían y existen aún varias casas y la ermita de Santa María de las Nieves, que pertenecieron á los Templarios. En Legazpia los Templarios tenían una torre-residencia y explotaban ferrerías poseyendo en aquellos montes, como en los de Cegama y Segura, gran número de rebaños. EpílogoLa Orden del Temple estuvo afincada en Guipúzcoa durante casi dos siglos. Los documentos, leyendas y los restos monumentales que se conservan hablan de un pasado épico dedicado a proteger los caminos de la provincia en una época difícil de la historia. Referencias
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