Tecayehuatzin de HuexotzincoTecayehuatzin de Huexotzinco (Tecayahuatzin Chichimecatl Tecuhtli) [1] (ca. segunda mitad del siglo XV - principios del siglo XVI)[2] Gobernante del señorío de Huexotzinco fue el más célebre de los filósofos (Tlamatini) prehispánicos de la región poblano-tlaxcalteca.[3] PolíticaSiendo elegido gobernante, por linaje y elección de su pueblo, se encontró entre los vaivenes políticos de los señoríos tlaxcaltecas y el Imperio azteca. El señorío huexotzinca pese ser limítrofe con Tlaxcala, y compartir el odio y resistencia contra los aztecas, jamás estableció una alianza con ellos y al contrario les guerreó. Buscó y se confederó con los Cholultecas levantando un ejército conjunto liderado por Tecayehuatzin. Sin poder corromper al señorío de Hueyotlipan y a pueblos Otomies, aliados de Tlaxcala, lleva a cabo un ataque sanguinario hasta Xiloxochitla. Tras matar al popular y querido capitán defensor Tizatlacatzin, y temiendo una represalia mayor de los tlaxcaltecas, abandona la campaña disolviendo la previa confederación. Buscando preservar la independencia de su reino pide ayuda a Moctezuma Xocoyotzin, sin embargo tras los acuerdos del señorío de Chololllan con los tlaxcaltecas se ve forzado a negar la amistad. El emperador azteca manda emisarios al reino para preguntar las intenciones políticas de Tecayehuatzin, e invitarlo a una fiesta a México-Tenochtitlan si aún mantenía la alianza. La respuesta a los mensajeros, entre lágrimas de parte del príncipe huexotzinca, deja entrever la doble vida política necesaria para el sobrevivir de Huexotzinco:
El emperador azteca ve la situación crítica de Huexotzinco y manda un gran contingente bajo el mando de su hijo Tlacahuepantzin. Una rápida respuesta de los señoríos tlaxcaltecas diezma este ejército, matando al hijo del emperador en el proceso, arruinando a Huexotzinco por años e iniciando una serie de guerras que durarían 15 años hasta la llegada de Hernán Cortés.[1] PoesíaPese a su principal esfuerzo como estadista logra encontrar tiempo para la poesía y las elucubraciones filosóficas. El príncipe de Tecamachalco, Ayocuan Cuetzpaltzin, lo nombra como un amante de la música y deja como muestra su poema:
Como poeta se enfoca en la composición del xopancuícatl (cantos de la alegría del vivir), icnocuícatl (poemas de profunda reflexión melancólica) y especialmente del xochicuícatl (cantos floridos a la belleza efímera); el mismo príncipe menciona que su mayor anhelo es la creación de "floridos cantares aletargantes y embriagadores" .[6] Pocos poemas y obras sobrevivieron y llegaron a nuestra época. La convocatoria a la Reunión de Sabios y Poetas de Huexotzinco se le atribuye a Tecayehuatzin. Reunión de sabios y poetas de HuexotzincoEn el año de 1490 el príncipe huexotzinca llama a varios sabios y poetas para dialogar sobre el más hondo sentido de la poesía. Este encuentro convoca a los príncipes poetas Ayocuan Cuetzpaltzin de Tecamachalco, Aquiauhtzin de Ayapanco, Xicoténcatl de Tizatlan, Camazochitzin, Cuauhtecoztli, Motenehuatzin, Telpolóhuatl, Monencauhtzin, Xayacámach, Yaomanatzin, Micohuatzin, Ayocuatzin y Tlaplateuccitzin .[7] Esta obra poética, escrita en náhuatl y conocida como Diálogo de la poesía: Flor y canto, se conserva en cuatro folios dentro del manuscrito de Cantares Mexicanos en la Biblioteca Nacional. El diálogo inicia con una salutación de Tecayehuatzin y habla en un total de tres ocasiones. En su segunda participación exhorta a sus compañeros ya que quiere ver y oír "a quienes hacen reír a las flautas preciosas. Hacia el final del diálogo, y viendo la variedad de respuestas y sin estar satisfecho con ellas, expresa una última idea con la que todos estarán de acuerdo "flor y canto es lo que hace posible nuestra amistad". Referencias
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