Sionismo socialistaEl sionismo socialista (en hebreo: צִיּוֹנוּת סוֹצְיָאלִיסְטִית, romanizado: tziyonut sotzyalistit), también conocido como sionismo laborista, es el nombre que recibe el ala izquierda tradicional del sionismo y se orientó históricamente hacia el movimiento obrero judío. CaracterísticasA diferencia de la rama política del sionismo, fundada por Theodor Herzl y continuada por Chaim Weizmann, el sionismo socialista no creyó que pudiera crearse un Estado judío apelando simplemente a la comunidad internacional o recurriendo al apoyo de naciones poderosas como Gran Bretaña, Alemania o el Imperio otomano. Por el contrario, varios sionistas socialistas creyeron que solo se podría crear un Estado judío como parte de la lucha de clases, con los esfuerzos de la clase obrera judía asentada en Palestina y que construiría un Estado a través de la creación de kibutz y de moshav en el campo y de un proletariado judío en las ciudades. Asimismo, históricamente fue la corriente dominante del movimiento sionista desde su surgimiento hasta la década de 1970. Según el filósofo judío George Steiner, si bien el sionismo socialista tendió en general a querer una relación igualitaria con la población palestina, el proyecto se dificultaba por las propias necesidades del Estado.[1] De acuerdo con el filósofo Ludovico Silva, Moses Hess sostuvo desde un judaísmo socialista que la alienación religiosa es simplemente la expresión de la alienación social en la cual el trabajador, al estar excluido de la propiedad privada, se ve forzado a alienar su trabajo en las mercancías que él produce pero que no le pertenecen, con lo cual el dinero se convierte en una deidad.[2] Pensadores y líderes sionistas socialistasEntre los pensadores principales de esta corriente están:
Apoyo de Stalin al sionismoAunque no fue exactamente un sionista socialista, Iósif Stalin apoyó en la creación del Estado de Israel en 1947, ya que esperaba que fuese un aliado en Asia Occidental para contrarrestar la influencia británica en la región. No obstante, su respaldo no duró mucho.[7] Por otra parte, anteriormente en la década de 1920, Stalin había creado primero en Crimea un espacio para la población judía soviética, pero enfrentó problemas con la población local; sin embargo, más tarde Stalin funda la Región Autónoma Judía en Siberia, que aunque resultó un fracaso debido a la ubicación aislada del lugar todavía sigue existiendo.[8] Véase también
Referencias
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