Semana Santa en Robledo de ChavelaEn la Semana Santa de Robledo de Chavela (Madrid) sobresalen dos manifestaciones populares especialmente interesantes: la Procesión de la Virgen de los Dolores y el Día del Judas. Procesión de la Virgen de los Dolores (Viernes Santo)En esta procesión las mujeres son las encargadas de entonar los cantos (que se difunden mediante altavoces desde la iglesia parroquial a todo el pueblo), cada una de las siete veces que suenan las campanas (una por cada dolor), con un golpe seco de campana con sonido funerario. Se realizan siete paradas en la procesión (tras cada una de las series de campanadas) en las que es una costumbre recoger piedras del suelo, que se arrojan posteriormente a algún tejado, buscando la buena suerte para el siguiente año. La procesión sale a las nueve de la noche y transcurre por las calles céntricas del pueblo. La Virgen es acompañada por todos los robledanos con ciírios encendidos, mientras las luces de las calles del recorrido permanecen apagadas. Otros pueblos de España celebran de forma muy similar esta fiesta: Crevillente (Valencia), Torreblanca (Castellón) o Valladolid. Los cantosLos cantos entonados desde la iglesia tienen las siguientes características:
Las piedras arrojadasTras cada toque de campana, en cada una de las siete paradas donde se canta cada dolor, los robledanos recogen del suelo una piedrecita, que van guardando en la mano o o en los bolsillos. Al finalizar la procesión, una vez reunidas las siete piedrecitas, son lanzadas encima de los tejados de las casas más cercanas, para que ningún miembro de su familia padezca dolor o enfermedad durante el año. Día del Judas (Domingo de Resurrección)El Día del Judas[1] celebrado en Robledo de Chavela lo organizan los juderos, o quintos de la localidad. Los quintos se encargarán de apedrear un muñeco, clavado en lo alto de un largo tronco:
En 2015 se dejan de utilizar también las palomas, quedando dentro de los cántaros confeti, banderas y chucherías, evitando así cualquier posible maltrato animal. En el largo tronco donde se cuelga al Judas se ponen carteles satíricos que hacen referencia a la situación política y social del momento. Esta fiesta se celebra ante las imágenes de la Virgen y de Cristo resucitado, y el apedereamiento comienza en el momento en que esas dos tallas se juntan en la Plaza. La imagen de la Virgen ha sido previamente "desvelada" antes de acercarla a la de Jesús.[2] La fiesta enlaza igualmente con los antiguos ritos de iniciación de la adolescencia (aunque pospuesta a la edad en que los jóvenes ya son "quintos"), como la fiesta de la Hoguera de los Quintos, también organizada por los jóvenes en Robledo de Chavela. Referencias
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