Sancha Alfonso de León
Sancha Alfonso de León (1220-Santa Eufemia de Cozuelos, 25 de julio de 1270). Dama leonesa, fue hija ilegítima del rey Alfonso IX de León y de Teresa Gil de Soverosa. Fue comendadora de la Orden de Santiago y en la Iglesia católica tiene el título de venerable. Orígenes familiaresFue hija ilegítima del rey Alfonso IX de León y de la dama Teresa Gil de Soverosa. Por parte paterna fueron sus abuelos el rey Fernando II de León y su primera esposa, la reina Urraca de Portugal, y por parte materna lo fueron Gil Vázquez de Soverosa y María Aires de Fornelos, amante del rey Sancho I de Portugal. BiografíaNació en 1220. Existen documentos que atestiguan que contrajo matrimonio con Simón Ruiz de los Cameros, señor de los Cameros. No obstante, numerosos historiadores afirman que, a pesar de dichos documentos, el matrimonio entre ambos, concertado por Alfonso X de Castilla y Simón Ruiz de los Cameros, no llegó a celebrarse, lo que explicaría que en un documento fechado en junio de 1269, el maestre de la Orden de Santiago señalase la posibilidad de que Sancha Alfonso de León contrajese matrimonio o profesase como religiosa.[1] En 1269 Sancha Alfonso de León donó a la Orden de Santiago los bienes que poseía en los reinos de León, Portugal y Galicia, y el 21 de febrero de 1270 profesó como religiosa en el monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos de Ojeda, perteneciente a la Orden de Santiago, y lugar de retiro de numerosas hijas y viudas de caballeros de la Orden de Santiago. Sancha Alfonso de León falleció el 25 de julio de 1270 en el monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos de Ojeda, y tras su defunción gozó de fama de santidad y de haber realizado varios milagros. Por ello, en el siglo XVII, y con el beneplácito del rey Felipe III, comenzaron a promover el inicio de un proceso de beatificación, aunque, a pesar de ello, aún no ha sido declarada beata por la Iglesia católica y solamente tiene el título de venerable. SepulturaFue sepultada en el monasterio de Santa Eufemia de Cozuelos y durante varios siglos sus restos mortales permanecieron allí, hasta que en 1608, por disposición del rey Felipe III de España, fueron trasladados al convento de Santa Fe de Toledo.[2]. Sus restos mortales reposan en la actualidad en la capilla de Belén del convento de Santa Fe de Toledo. Referencias
Bibliografía
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