SalvaderaUna salvadera, era un pequeño recipiente parecido a un salero, que servía para conservar la arena secante. Las salvaderas solían tener las tapas cóncavas para que fuera más fácil volver a poner la arena dentro del recipiente. Arena secanteLa arena secante era una arena fina que se espolvoreaba sobre la tinta húmeda, para acelerar su secado, en la época previa a la invención del papel secante. Esta arena fina se preparaba a partir de sustancias como sal finamente molida, arena o polvo de minerales blandos, tales como talco o calcita. Una mezcla de goma sandáraca y piedra pómez o concha triturada sirve como arena secante. Esta mezcla también se puede utilizar como apresto para el papel o ciertos tejidos.[1] Referencias
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