Salud en Italia

La Salud en Italia es conocida por tener en general un buen sistema de salud, siendo uno de los mejores de toda Europa y también a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud, con una muy alta esperanza de vida entre su población y unas tasas muy bajas de mortalidad infantil, mortalidad neonatal y mortalidad materna. Al igual que con cualquier otro país desarrollado, Italia también ha desarrollado una distribución adecuada y suficiente del agua y de los alimentos, y los niveles de nutrición y saneamiento son también altos, así como la cocina y dieta relativamente saludables.[1][2][3]

Esperanza de vida y mortalidad

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, las expectativas de vida en Italia han mejorado bastante al punto de ubicarse entre las más altas del mundo.

Durante las últimas 6 décadas, la población italiana pasó de tener una esperanza de vida de solo 69 años en 1960 a tener una esperanza de vida de 83 años para 2018. De la misma manera, la esperanza de vida para las mujeres italianas pasó de 70 años en 1960 a 85 años en 2018 y de los hombres italianos de 66 años en 1960 a 81 años en 2018.

Esperanza de vida en Italia[4]
Año Total Hombres Mujeres
1960 69,12 años 66,68 años 71,69 años
1965 70,17 años 67,44 años 73,04 años
1970 71,56 años 68,71 años 74,55 años
1975 72,65 años 69,54 años 75,91 años
1980 73,94 años 70,67 años 77,38 años
1985 75,60 años 72,30 años 78,80 años
1990 77,10 años 73,80 años 80,30 años
1995 78,30 años 75,00 años 81,50 años
2000 79,90 años 76,90 años 82,80 años
2005 80,90 años 78,10 años 83,60 años
2010 82,20 años 79,50 años 84,70 años
2015 82,70 años 80,30 años 84,90 años
2018 83,40 años 81,20 años 85,60 años
2020

Aunque cabe mencionar que este alto promedio de vida del país a nivel nacional, también varía mucho a nivel regional según sus respectivas regiones. La esperanza de vida en las Regiones del Norte de Italia es levemente superior en comparación con las Regiones del Sur de Italia.

Agua y Comida

Italia tiene un suficiente y buen suministro de agua a nivel nacional, pero sin embargo, debido a las sequías, que son comunes en durante el verano (especialmente en las regiones del Sur de Italia), la escasez de agua ocurre relativamente con frecuencia. Debido a esto, los italianos consumen una cantidad muy alta de agua mineral, inclusive la más alta en comparación con sus vecinos europeos equivalentes: Por ejemplo, la persona promedio en Italia bebe 116 litros, en comparación con 105 de Bélgica, 93 de Alemania y 80 de Francia. Según algunos estudios, alrededor de 18 millones de italianos, anualmente enfrentan al menos una leve escasez de agua durante el verano, y también se ha registrado que al menos un 18 % de las familias italianas tienen patrones de distribución irregulares del líquido, pues esto es debido también a que la distribución del agua en Italia es desigual y puede explicarse por factores económicos; Por ejemplo, los italianos que viven en la Región de Lombardía (la región más rica de Italia), beben hasta nueve veces más agua embotellada que los italianos de la Región de Campania, una de las más pobres del país.[5]

Un problema que a menudo se presenta con respecto al agua potable es la contaminación del agua y la presencia de productos químicos purificadores nocivos y o herbicidas, que pueden causar varios problemas de salud. En cuanto a los alimentos, generalmente la cocina es nutritiva y saludable en Italia garantiza que los italianos estén bien nutridos y coman buena comida.[5][5]

Vacunación

El sistema de vacunación italiano es complejo porque 21 servicios regionales independientes entregan los servicios y las decisiones crea muchas variaciones. Existe un comité nacional de inmunizaciones que actualiza el cronograma de vacunación recomendado a nivel nacional, con aportes de representantes del ministerio de salud, autoridades regionales de salud, instituto nacional de salud y otras sociedades científicas.[6]​ Las regiones pueden agregar más vacunas programadas, pero no pueden eximir a los ciudadanos de las recomendadas o recomendadas a nivel nacional.[6]​ En 2001 comenzó un plan nacional para eliminar el sarampión y la rubéola.[6]

Las vacunas infantiles incluidas en los horarios nacionales son gratuitas para todos los niños italianos y extranjeros que viven en el país.[6]​ La cobertura estimada para las tres dosis requeridas de las vacunas HBV-Hib-IPV es de al menos el 95 % de los niños de 2 años. La influenza es la única vacuna nacionalmente necesaria para adultos, y es administrada por médicos generales.[6]​ Italia tiene un programa nacional de compensación de lesiones por vacunas.[7]​ Una evaluación de la cobertura de la vacuna en 2010, que cubrió la cohorte de nacimiento de 2008, mostró una ligera disminución en las tasas de cobertura del seguro de inmunización contra la difteria, la hepatitis B, la poliomielitis y el tétanos después de que esas vacunas específicas hubieran sido obligatorias.[8]​ Sin embargo, los niveles de vacunación continuaron superando el objetivo del gobierno italiano de alcanzar el 95 %.[8]

Con el objetivo de integrar estrategias de inmunización en todo el país y equiparar el acceso a la prevención de enfermedades, el Ministerio de Salud italiano emitió el Plan Nacional de Prevención de Inmunizaciones (Piano Nazionale Prevenzione Vaccinale) en 2012, que propuso un enfoque institucional de "ciclo vital" para la vacunación.[9]​ La cobertura de la vacuna contra el VPH aumentó, y la vacuna antineumocócica y la vacuna meningocócica C tuvieron una recepción pública positiva. Sin embargo, tanto las tasas de cobertura de vacunas infantiles como la inmunización contra la influenza en los ancianos han ido disminuyendo.[9]​ Un plan gubernamental de 2015 en Italia tenía como objetivo aumentar las tasas de vacunación e introducir una serie de vacunas nuevas, y desencadenó protestas entre los profesionales de la salud pública.[10]​ En parte como respuesta a la estadística de que menos del 86 % de los niños italianos reciben la vacuna contra el sarampión, el Plan Nacional de Vacunación para 2016-18 (PNPV) aumentó los requisitos de vacunación. [12] Se requerirían vacunas contra la varicela para los recién nacidos.[10]​ Según este plan, el gasto del gobierno en vacunas se duplicaría a 620 millones de euros anuales, y se podría prohibir a los niños asistir a la escuela sin probar la vacuna.[10]​ Aunque estas implementaciones harían de Italia un líder europeo en vacunación, algunos expertos cuestionaron la necesidad de varias de las vacunas, y algunos médicos se preocuparon por el posible castigo que podrían enfrentar si no cumplen con las regulaciones propuestas.[10]

Hubo 5,000 casos de sarampión en 2017, frente a 870 en 2016, el 29 % de todos los de la Unión Europea. La ley que obliga a los niños a tener 10 vacunas para inscribirse en las escuelas estatales entró en vigencia en marzo de 2018, pero en agosto de 2018 el Movimiento de Cinco Estrellas impulsó la legislación a través del Senado italiano que la abolió. Todavía no ha pasado la Cámara de Diputados, pero los padres ahora no tienen que proporcionar a las escuelas una nota del médico para demostrar que sus hijos han sido vacunados.[11]

Radiación

Al ser un país relativamente cálido y soleado, los italianos a menudo están expuestos a la radiación directa del sol (radiación ultravioleta), que, si no están protegidos con la crema o el bloqueador solar, puede crear enfermedades cancerígenas de la piel, como el cáncer de piel. A pesar de esto, el mayor riesgo de exposición a la radiación se encuentra en interiores.[5]

Fumar

Fumar en Italia ha disminuido considerablemente en las últimas décadas para los hombres, pero las mujeres han tenido un patrón menos definitivo. Desde un país donde en 1966 fumaba un promedio de 68.5 % de la población masculina, esto había bajado a un promedio de ~ 37 % en 1991. Para las mujeres, aumentó de ~ 15 % para las mujeres en 1966, a ~ 16.5 %, especialmente en el centro, donde ha pasado del 15 % al 20,1 %.[5]

Enlaces externos

Referencias

  1. «Global Health Observatory Data Repository: Life expectancy – Data by country» (CSV). Geneva, Switzerland: World Health Statistics 2015, World Health Organization, WHO. 2015. Consultado el 20 de diciembre de 2015. «the technical health information is based on data accurate with respect to the year indicated (2013)». 
  2. «The World Health Organization's ranking of the world's health systems». photius.com. 
  3. «Health Performance Rank By Country. Health system attainment and performance in all Member States, ranked by eight measures, estimates for 1997 from the World Health Organization». photius.com. 
  4. datosmacro.com (2018). «Evolución de la esperanza de vida en Italia». Consultado el 7 de abril de 2020. 
  5. a b c d e «Archived copy». Archivado desde el original el 3 de marzo de 2010. Consultado el 7 de abril de 2010. 
  6. a b c d e «Ministero Della Salute». Italian Ministry of Health. Consultado el 10 de marzo de 2016. 
  7. Centre for Research on Globalization, Mary. «U.S. Media Blackout: Italian Courts Rule Vaccines Cause Autism.». Global Research.  |last1= y |autor= redundantes (ayuda);
  8. a b Haverkate, D’Ancona, Giambi, Johansen, Lopalco, Cozza, and Appelgren. «Mandatory And Recommended Vaccination In The EU, Iceland And Norway: Results Of The Venice 2010 Survey On The Ways Of Implementing National Vaccination Programmes.». Eurosurveillance. Consultado el 10 de marzo de 2016. 
  9. a b «Vaccine coverage in Italy and assessment of the 2012-2014 National Immunization Prevention Plan». Epidemiologia e Prevenzione 39 (4 Suppl 1): 146-58. July 2013. PMID 26499433.  Parámetro desconocido |vauthors= ignorado (ayuda)
  10. a b c d Margottini, Laura. «New Vaccination Strategy Stirs Controversy in Italy.». Science Insider. American Association for the Advancement of Science. Consultado el 10 de marzo de 2016.  Parámetro desconocido |name-list-format= ignorado (ayuda)
  11. «Italy Senate overturns mandatory vaccination law». Financial Times. 6 de agosto de 2018. Consultado el 17 de septiembre de 2018.