Otra manera equivalente de definir la rosa es como el espacio cociente de tomar una circunferencia e identificar puntos distintos (uno por cada pétalo).
Los recubridores intermedios de la rosa se corresponden con los subgrupos del grupo libre. De la observación de que cualquier recubridor de una rosa es un grafo se deduce una demostración sencilla de que todo subgrupo de un grupo libre es a su vez libre (teorema de Nielsen-Schreier).
Un toro sin un punto tiene una rosa de dos pétalos como retracto de deformación. En general, una superficie de género tiene una rosa de pétalos como retracto de deformación, la frontera de su polígono fundamental (polígono que al identificar sus lados linealmente dos a dos es homeomorfo a la superficie). La superficie sin un punto se puede ver como el polígono sin su centro. La retracción consiste en enviar cada punto al punto de la frontera más cercano siguiendo la recta que lo une al centro.
Una rosa puede tener infinitos pétalos. La rosa con un conjunto infinito numerable de pétalos es similar al pendiente hawaiano: hay una biyección continua de la rosa al pendiente, pero no un homeomorfismo. En efecto, el pendiente es compacto (es un subconjunto cerrado y acotado de ), pero la rosa no: podemos tomar un abierto alrededor del punto de intersección que no contenga ningún pétalo completo junto con cada pétalo sin el punto de intersección como recubrimiento de la rosa por abiertos que no tiene un subrecubriemento finito.