Rerum orientalium
Rerum orientalium, en español De las cuestiones orientales, es la 12.ª encíclica de Pío XI, fechada el 8 de septiembre de 1928, en ella, tal como ha anuncia su inicio, trata de la importancia del estudio de las cuestiones orientales para alcanzar la unidad de la Iglesia, y expone las medidas que ha tomado para el fomento de estos estudios.
Contenido
Tal como anuncia con sus primeras palabras, la encíclica recuerda las medidas que se han tomado por promover el conocimiento de las cuestiones orientales, desde que se inició el disenso de las iglesias orientales respecto a la Iglesia de Roma, Expone en primer lugar la acogida por Adriano II de Cirilo y Metodio, evangelizadores de los eslavos, el envío por este mismo papa de sus legados al IV concilio de Contantinopla, y los principales concilios celebrados con el objetivo de obtener la unión de las iglesias orientales: así el concilio celebrado en Bari, con la participación de San Anselmo, el concilio ecuménico de Lyon, al que fueron invitados Santo Tomás de Aquino y San Buenaventura, y el de Ferrara y Florencia. Pasa después a comentar la labor misionera impulsada desde la Santa Sede y llevada a cabo por franciscanos y dominicos principalmente en Palestina y Armenia; y el impulso de los estudios orientales por el papado, aconsejado por grandes eruditos como Ramon Llull y Roger Bacon. En este sentido recuerda especialmente el impulso dado por Clemente V al estudio de las lenguas de los pueblos orientales, al poner en práctica las conclusiones del concilio de Vienne; así se erigieron escuelas para el estudio de estas lenguas en la ciudad donde se encuentra la Curia Romana, y en las universidades de París, Oxford, Bolonía y Salamanca. Impulso de los estudios orientalesTras ese recorrido histórico, la encíclica desarrolla directamente el tema sobre el que desea llamar la atención: el interés que tiene la promoción de los estudios orientales para la unidad de la Iglesia. Así tras exponer los avances en este terreno de la mano de Gregorio XVI, Pío IX, León XIII y Pio X; deteniéndose especialmente en la labor llevada a cabo por Benedicto XV, quien
Se refiere después el papa Pío XI, al encargo que ha realizado al prepósito de la Compañía de Jesús para que, manteniendo el papa la dirección suprema del Instituto Oriental, proporcione la persona que deben encargarse de dirigirla directamente, así como de los profesores necesarios. Tras repasar los frutos que, cuando han transcurrido solo seis años desde que se tomaron estas medidas, ha producido el Instituto en cuanto a publicaciones y alumnos que han salido de sus aulas, , el papa alienta a todos los obispos y superiores de las órdenes religiosas, para que continúen enviando al Instituto algunos sacerdotes, que puedan formarse en estas cuestiones orientales, estando así preparados para, en los casos que sean oportunos, ser enviados a desarrollar su labor en aquellas tierras. Expone también el papa, brevemente, su preocupación por el modo equivocado que por parte de algunos se entiende la búsqueda de la unidad de la Iglesia, motivo por el que escribió su encíclica Mortalium animos. Estas mismas circunstancias le lleva a exhortar a los obispos para que se prepare
Explica después cómo, gracias a algunos generosos donativos, ha podido proporcional al Instituto una nueva sede, junto a la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, así como dotarle, mediante otro donativo, de una biblioteca, un instrumento utilísimo para el conocimiento de las cuestiones orientales, pues en ella además de libros se conservarán códices y otros documentos y objetos artísticos procedentes de Oriente. Esperanza de la uniónConsidera el papa que de toda esta labor se podrá seguir que
Termina el papa la encíclica manifestando su esperanza que, con el auxilio divino, todo esto ayude a que tantas personas alejadas de la Iglesia Romana, pero que conservan religiosamente gran parte de la Revelación divina -amor y reverencia a Jesucristo, singular devoción a su Madre purísima, uso de los mismos sacramentos- vuelvan al redil del único Pastor. Véase también
Referencias
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