Redención (revista)
Redención (1915-1922) fue una revista mensual feminista española publicada en Valencia[1] fundada por Ana Carvia Bernal (que firmaba Ana C. Bernal, por resaltar su filiación materna).[2] Fue la primera publicación que se autodenominó a sí misma feminista en España.[3] HistoriaSu primer número fue publicado en Valencia el 1 de septiembre de 1915 con el subtítulo “Revista mensual feminista”. Fueron publicados 79 números, hasta junio de 1922.[4] En el primer ejemplar aparecía el lema «Ven mujer, ven a nosotras y laboremos juntas por nuestra CULTURA y nuestros DERECHOS».[5] En su editorial se afirmaba que entre sus objetivos estaba el de "despojar a la mujer española de su rutinaria indiferencia para con la cosa pública".[6] Las redactoras, entre otras, Ángeles Guiñón, Josefa Carneiro, Consuelo Álvarez Pool (Violeta) y a partir de diciembre de 1915 Amalia Carvia Bernal, habían ya colaborado en otras revistas como La Conciencia Libre, El Gladiador y El Gladiador del Librepensamiento.[4] La revista fue difundida en Valencia, Barcelona, Madrid, Huelva y otras ciudades españolas para después llegar a Portugal, Italia, México, Cuba y otros países latinoamericanos. Fue posible por las redes construidas tejidas por el feminismo laicista y la popularidad de sus propuestas: reforma del código civil, pacifismo, erradicación de la prostitución, lucha contra el alcoholismo, dignificación de la vida en las cárceles y reclamo del voto femenino.[7] Apoyó la fundación de la Sociedad Concepción Arenal para hermanar a las feministas españolas con las europeas.[7] La revista apoyó la fundación de la Liga Española para el Progreso de la Mujer,[6] respaldada por Ángeles López de Ayala, la Sociedad Progresiva Femenina y El Gladiador del Librepensamiento. Organizada en Valencia, era presidenta Ana C. Bernal; su hermana Amalia Carvia, secretaria, y Ángeles Guiñón, vocal, todas ligadas a la revista. Ante la propuesta del ministro Burgos Mazo de un proyecto de ley sobre el sufragio femenino, restringido por la edad y por la imposibilidad de que las mujeres fueran elegibles, la Liga exigió el voto sin ninguna restricción.[4] Esta Liga era un intento de crear una acción colectiva feminista a nivel internacional minimizando las diferencias ideológicas que se pudieran tener.[6] Referencias
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