Ptolomeo ha sido considerado uno de los mejores exponentes de la pneumatología del cristianismo gnóstico primitivo.[4]
Su actividad se desenvolvió en el siglo II de n.e., vivió en Roma hacia el 160,[1] y a sus enseñanzas, Ireneo de Lyon dedicó buena parte de los cinco volúmenes que escribió con el propósito de refutar las doctrinas de diversas corrientes gnósticas de su tiempo.[5]
Referencias
↑ abCarlos García Gual, Historia de la Filosofía Antigua, Volumen 14, pág. 369, CSIC, 1997, ISBN 978-84-8164-154-7. [1]
↑Jean Daniélou, Mensaje evangélico y cultura helenística: Siglos II y III, págs. 216-219, Ediciones Cristiandad, 2002, ISBN 9788470574597. [2]
↑Antonio Orbe, La Unción del Verbo, pág. 214, Gregorian&Biblical BookShop, 1961, ISBN 978-88-7652-086-0. [3]
↑Antonio Orbe, La teología del Espíritu Santo, pág. 121, Libreria editrice dell'Università Gregoriana, 1966.[4]
↑Bart D. Ehrman, Cristianismos Perdidos Los credos proscritos del Nuevo Testamento, La Carta a Flora de Ptolomeo, pág. 194, Editorial Critica, 2009, ISBN 978-84-9892-042-0. [5]
Bibliografía
Guilles Quispel, Ptolémée: Lettre à Flora, Éditions du Cerf, 1966 (2ª Edición de la obra editada en 1949).[6]
Gilles Quispel, The Original Doctrine of Valentinus the Gnostic, Vigiliae Christianae, Vol. 50, No. 4 (1996), págs. 327-352. Brill. [7]
Antonio Orbe, La Teología del Espíritu Santo, Gregorian Biblical BookShop, 1966. [8].