Un poyo se define como un banco de piedra o de obra, especialmente cuando se encuentra adosado a una pared.[1]
En una de las formas más típicas y sencillas el poyo consistía en una simple piedra escuadrada de tamaño medio.
Etimología
El vocablo «poyo» deriva del latino podium, «repisa».[1]
Funciones del poyo
La primera función de un poyo es la de servir de asiento, aunque se podía utilizar como base para ciertos trabajos. Hay bancos de piedra pequeños en los que a duras penas puede sentarse una persona. Y los hay muy grandes con capacidad para muchas personas.
Otra función es la de servir de plataforma auxiliar para subir a caballo o desmontar
Los persas usaban piedras similares para el mismo servicio.
En épocas de carros y caballerías y calles pequeñas, un poyo proporcionaba una cierta protección a los peatones al impedir que un carro se acercara demasiado a la pared.
En muchos casos los bancos de piedra tenían una función decorativa además de práctica.
Hay referencias numerosas de bancos de piedra bastante llamados como puntos de reunión social.
En verano la gente se sentaba en un poyo o cerca, disfrutando de la fresca y de la conversación.
También eran típicas las procesiones de visitantes ocasionales, o de paso, que iban siguiendo los poyos más animados.
Referencias
↑ abReal Academia Española. «poyo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).