Plurales romancesEn este artículo se describen las diferentes maneras de formar las formas plurales de los sustantivos y adjetivos en las lenguas romances, y se describen las diversas hipótesis acerca de cómo estos sistemas surgieron históricamente a partir de los patrones de declinación del latín vulgar. Dos tipos de marcado de los pluralesLas lenguas románicas se pueden dividir en dos grandes grupos, dependiendo de cómo se forman las formas plurales regulares de los sustantivos y adjetivos. Una estrategia es la adición del sufijo plural -s. Por ejemplo:
Las lenguas modernas que cuentan con este tipo de sufijo plural incluyen catalán, francés, occitano, portugués, gallego, romanche y sardo. La otra estrategia consiste en cambiar o añadir la vocal final:
Los principales ejemplos de las lenguas romances modernas que presentan este tipo de marcado plural son italiano y rumano. En términos generales, las lenguas que se hablan en las zonas al norte y al oeste de Italia suelen tener el marcado de los plurales en s, mientras que las lenguas que se hablan en la Italia central y meridional y al este de ella tienen el marcado de los plurales vocálico. El desarrollo histórico de estos dos tipos distintos de la morfología plural es un tema importante y controvertido en la filología romance. LatínLa siguiente tabla ilustra las formas singular y plural de la primera, segunda y tercera declinaciones en el latín clásico:
Las formas del latín vulgar correspondientes se muestran a continuación:[1]
Origen del plural en -sLas formas plurales en -s en las lenguas como el español (v. gr., buenas madres, buenos hombres) se pueden explicar sin rodeos como descendentes de las formas del acusativo latino en -as, -os, y -es. Sin embargo, los sustantivos y adjetivos de la tercera declinación tienen -es tanto en el nominativo como en el acusativo, por lo que el plural -s de estos vocablos se podría derivar de cualquiera de los casos. También hay evidencia de que el latín vulgar puede haber conservado la terminación plural nominativa -as en la primera declinación, atestiguado en el latín antiguo y substituido por -ae en el latín clásico literario. Las variedades romances que conservaron la distinción de caso nominativo frente acusativo durante el período medieval (francés antiguo, occitano antiguo, suprasilvano antiguo) se manifiestan las formas en -s, tanto para los plurales nominativos como acusativos de los sustantivos femeninos de la primera declinación. Origen de los plurales vocálicosHay debate sobre la génesis de los plurales rumanos e italianos, conteniendo algunos que afirman que se derivan de los sufijos latinos nominativos -Ī y -AE, y otros que afirman que se traen parcialmente del sufijo acusativo. Al principio, la teoría del nominativo parece más sencilla; pero la del acusativo es más popular actualmente. Los sufijos italianos son -e (para los sustantivos en -a), e -i (para los en -o y -e). La teoría del nominativo sugiere que el plural de -o, -i y el de -a, -e, se derivan con sencillez de los nominativos -Ī y -AE, respectivamente (se sabe que AE se convirtió en e en cada lengua neolatina), y que el de -e, -i, es análogo al de -o. (La forma nominativa correspondiente en latín es -ĒS. Sin la /s/ final, ambo plural y singular serían tener -e, cual es problemático y se rectificó por la adquisición de -i.) La teoría del acusativo propone que la sugestión que la -e procede de -as:
Fundamentalmente, la teoría del acusativo plantea que:
La primera de estas alteraciones es casi cierta, dados ejemplos como tu stai «tú estás de pie» < TŪ STĀS; el italiano meridional crai «mañana» < CRĀS; tu sei «tú eres» < TŪ S(ED)ĒS; sei «seis» < SEX (probablemente protoitaliano *sess); italiano meridional trei «tres» < TRĒS. Notase también noi «nosotros» < NŌS. La segunda variación fonológica es translingüísticamente comunísima. Además, revela un número de formas de otra manera inexplicable en italiano:
Indicativo tu ami «tú amas» < TŪ AMĀS no es esperado; esperaríamos *tu ame. Sin embargo, tu ame es en realidad atestiguado en toscano antiguo. En esto caso, parece que -i fue generalizado como la terminación universal de tu a costa de perder la -e. Notase la todavía más chocante generalización del primero plural -iamo, in principio solamente la manifestación del modo subjuntivo de los verbos de -ere y -ire.) Si esta proposición es correcta, algo similar debe haber sucedido en rumano. Notas
Referencias
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