En el cristianismo, la plena comunión, comunión completa, comunión total o simplemente comunión entre varias Iglesias consiste en el reconocimiento mutuo basado en la coincidencia en los aspectos fundamentales de la doctrina. La plena comunión no supone necesariamente la integración administrativa entre las Iglesias afectadas. Un concepto relacionado, pero más amplio es el ecumenismo, que consiste en el mantenimiento de relaciones entre Iglesias y, ocasionalmente, la celebración de algunas ceremonias conjuntas.
La iniciativa de proclamar la plena comunión se ha justificado por el deseo de Jesús de que los creyentes estuvieran unidos aparece recogida la Biblia (Juan 17:11). Sin embargo, ya en tiempos de San Pablo se iniciaron movimientos cismáticos (1 Cor 1:10-12). Entre los hitos históricos que supusieron la división de la Iglesia se cuentan el Cisma de Oriente y la Reforma Protestante, entre otros.
Actualmente, se consideran en plena comunión entre ellos, los grupos de iglesias siguientes: