Piedad (Burgos)
La Piedad es un grupo escultórico realizado por Gregorio Fernández entre 1610 y 1612. Está ubicado en la Iglesia del Carmen de Burgos (Castilla y León, España). HistoriaTeresa de Melgosa y su esposo, el acaudalado burgalés Pedro Fernández Cerezo de Torquemada, encargaron al tallista Juan de Muniátegui una imagen de la Piedad para que presidiese el retablo de una capilla en la iglesia del Convento de Nuestra Señora del Carmen, perteneciente a la Orden de los Carmelitas Descalzos. Sin embargo Muniátegui no realizó la talla sino que subcontrató a Gregorio Fernández, quien creó entre 1610 y 1612 un alto relieve de grandes dimensiones[1] el cual constituía su primera obra dedicada a este tema de la Pasión. Respecto a la capilla, hay constancia de que el padre Luis de la Madre de Dios, en calidad de representante del general de la orden Francisco de la Madre de Dios, llevó a cabo en 1606 una serie de capitulaciones con Teresa de Melgosa, quien con la asistencia de su esposo recibió el patronazgo de la Capilla de Nuestra Señora de la Piedad cuando el convento aún no había sido erigido, entregando a cambio una suma de 5000 ducados más una renta con carácter perpetuo de 4000 reales.[2] Juan Agustín Ceán Bermúdez no catalogó la Piedad como obra de Fernández, falta que sería corregida por Cipriano Muñoz y Manzano en el segundo tomo del libro Adiciones al diccionario histórico de los mas ilustres profesores de Bellas Artes en España de D. Juan Agustín Cean Bermúdez / compuestas por el Conde de la Viñaza (1889-1894), si bien cometió el error de situar la pieza en el Convento de Carmelitas Calzados (inexistente en Burgos) en vez de en el de Carmelitas Descalzos. Por su parte, Antonio Buitrago y Romero, en su Guía de Burgos (1876), afirma que la Piedad «estaba en el altar que dicen de los Dolores, propio de la casa de Melgosa, cuyo medallón dicen los autores es de mucho mérito y se atribuye al notable escultor Gregorio Hernández», corrigiendo Juan Agapito y Revilla en 1924 el dato erróneo de Muñoz y Manzano al señalar que «allí persevera—me dice mi amigo D. Luciano Huidobro (1. mayo 1914)—, sin que haya podido estar en el Carmen calzado, por no haber existido en Burgos nunca tal Convento, y seguramente el conde de la Viñaza sufrió una confusión en esto».[3]: 77 DescripciónEn palabras de Agapito y Revilla:
La pieza, con unas medidas de 263 × 186 cm, sigue fielmente la Piedad realizada por Francisco del Rincón entre 1602 y 1604 para el retablo mayor de la Iglesia de Nuestra Señora de las Angustias de Valladolid. La figura de Cristo se apoya sobre la rodilla derecha de María, hallándose un sudario en la parte inferior. El efecto provocado por el peso del cuerpo inerte de Jesús tiene una poderosa contraparte en la Virgen, cuyos brazos levantados y cubiertos por un voluminoso manto, sumado a la pose alzada de la cabeza en un gesto de imploración y dolor contenido, dotan a la figura de una gesticulación perfectamente encuadrada en el barroco, si bien la pieza es de clara influencia manierista y romanista, destacando en ella una policromía en la que predomina el gusto por el estofado.[1] A diferencia de la La Quinta Angustia (c. 1625), talla de Fernández custodiada en la Iglesia de San Martín de Valladolid que fue concebida como alto relieve y transformada en imagen de bulto redondo, la Piedad de Burgos ha permanecido tal y como fue ideada por el artista, destacando en el fondo la cruz y dos árboles sobre un paisaje montañoso que recrea el monte Calvario.[3]: 77 LegadoLa Piedad de Burgos destaca por ser la primera de las cinco Piedades talladas por Fernández, siendo las otras, además de la de la Iglesia de San Martín, la del Museo Nacional de Escultura (1616), la del Monasterio de Santa Clara de Carrión de los Condes (1620) y la de la Iglesia de Santa María de La Bañeza (1628). A mayores, de acuerdo con Ismael García Rámila, tanto Teresa de Melgosa como su esposo son acreedores de reconocimiento en Burgos por el hecho de haber financiado la Piedad así como una institución de caridad:
Véase también
Referencias
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