Son plantas de 30 cm a 15 m de altura, con hojas simples alternas, apuntadas, con bordes rugosos. Frecuentemente el tallo es rosa o rojo. Las flores son blanco verdosas, en largas vainas al final de las ramas. Desarrollan drupas púrpuras negruzcas.
Phytolacca dioica (ombú) crece como un árbol en las pampas rioplatenses, dando sombra en los extensos pastizales. Es un símbolo de Argentina y Uruguay y de la cultura de sus gauchos.
Usos
Las hojas jóvenes de Phytolacca americana se hierven tres veces para reducir la toxina, cambiando el agua después de cada hervor. El resultado es una ensalada y ocasionalmente disponible comercialmente. Aunque se hierva tres veces, quedan trazas de la toxina. Cuando se fríe, pierde totalmente esas toxinas, y queda de un rico sabor tropical.[2]
En 1989, Akliku Lemma y Legesse Wolde-Yohannes recibieron el Right Livelihood Award por su investigación sobre la planta Phytolacca dodecandra como medida preventiva para tratar la esquistosomiasis.[cita requerida]
Las bayas dan una tinta roja y un tinte muy usado por los nativos americanos para decorar sus cabalgaduras. El jugo rojo ha sido usado para simbolizar sangre, como las protestas contra la esclavitud de Benjamin Lay.[cita requerida]
Phytolacca: nombre genérico que deriva de las palabras griegas: φυτόν ( Phyton ), que significa "planta", y la palabra latínalacca = "un rojo tinte".[4]
Especies
A continuación se brinda un listado de las especies del género Phytolacca aceptadas hasta mayo de 2011, ordenadas alfabéticamente. Para cada una se indica el nombre binomial seguido del autor, abreviado según las convenciones y usos.[5]
Phytolacca bogotensisKunth; nombre común: guaba, altasara, cargamanta, cargamanto, hierba de culebra, jaboncillo, maíz de perro, mantavieja, tintamorada o yerba de culebra.[6]
Phytolacca icosandra L.; nombre común: guaba, altasara, atusara, cargamanta, hierba de culebra, jaboncillo, maíz de perro, matavieja, saúco o yerba de culebra.[6]
Flora of North America Editorial Committee, e. 2003. Magnoliophyta: Caryophyllidae, part 1. 4: i–xxiv, 1--559. In Fl. N. Amer.. Oxford University Press, New York.
Luteyn, J. L. 1999. Páramos, a checklist of plant diversity, geographical distribution, and botanical literature. Mem. New York Bot. Gard. 84: viii–xv, 1--278.
Marchioretto, M. S. & J. C. Siqueira. 1993. O gęnero Phytolacca L. (Phytolaccaceae) no Brasil. Pesquisas, Bot. 44: 5-40.
Molina Rosito, A. 1975. Enumeración de las plantas de Honduras. Ceiba 19(1): 1–118.
Standley, P. C. & J. A. Steyermark. 1946. Phytolaccaceae. In Standley, P.C. & Steyermark, J.A. (Eds), Flora of Guatemal a - Part IV. Fieldiana, Bot. 24(4): 192–202.
Stevens, W. D. 2001. Phytolaccaceae. En: Stevens, W.D., C. Ulloa, A. Pool & O.M. Montiel (eds.). Flora de Nicaragua. Monogr. Syst. Bot. Missouri Bot. Gard. 85(3): 1924–1928.
Stevens, W. D., C. U. U., A. Pool & O. M. Montiel. 2001. Flora de Nicaragua. Monogr. Syst. Bot. Missouri Bot. Gard. 85: i–xlii, 1--2666.