Algunas de las tareas de estos perros, aunque no las únicas, son:[4][5][6]
Encontrar a alguien que ayude.
Activar un sistema de respuesta a emergencia.
Estimular a la persona.
Actuar como apoyo para ayudar a la víctima a levantarse.
Traer un teléfono o medicamento(s).
Ofrecer bienestar a la persona hasta su recuperación o asistencia.
Comportamiento anterior y posterior al ataque
Aunque algunos estudios sugieren que los perros pueden ser entrenados para anticiparse a estos ataques,[3][7] otros han cuestionado esta habilidad.[8][9][10] En cualquier caso, un perro que demuestra un comportamiento determinado anterior al ataque epiléptico es un "perro preventivo",[7][2][11] capaz de alertar de un ataque próximo, mientras que un "perro de respuesta" es el que ha sido entrenado para ayudar tras la pérdida de conocimiento. Ambas conductas pueden llegar a desarrollarse espontáneamente en perros que conviven permanentemente con niños y adultos con epilepsia.[1][2][11]
↑ abcKirton A1, Wirrell E, Zhang J, Hamiwka L (2004). «Seizure-alerting and -response behaviors in dogs living with epileptic children». Neurology62 (12): 2303-5. PMID15210902. doi:10.1212/wnl.62.12.2303.
↑ abKirton A1, Winter A, Wirrell E, Snead OC (2008). «Seizure response dogs: evaluation of a formal training program». Epilepsy Behav13 (3): 499-504. PMID18595778. doi:10.1016/j.yebeh.2008.05.011.
↑«Seizure Dogs». Paws With A Cause. Archivado desde el original el 16 de septiembre de 2014. Consultado el 1 de octubre de 2014.