Palamedes (mitología griega)

Estatua de Palamedes esculpida por Antonio Canova.

En la mitología griega, Palamedes (en griego Παλαμήδης) de Argos, hijo de Nauplio, era un héroe de ingeniosidad proverbial.[1]​ Su madre era conocida como Clímene, hija de Catreo.[2]

Historia

Cuando el príncipe troyano Paris rapta a Helena, esposa de Menelao, rey de Esparta, se desencadena la guerra de Troya. Odiseo (Ulises), rey de Ítaca, es reticente a abandonar su esposa e hijo por causa de la mujer de un espartano, e intenta zafarse de la obligación de acudir a la guerra fingiendo estar loco: ataviado como un labrador, con un arado tirado por un buey y un asno (o un caballo) labra surcos a los que echa sal en lugar de semillas. Pero Palamedes descubre astutamente el engaño valiéndose de Telémaco, hijo de Odiseo: saca al niño de la cuna y lo pone sobre la tierra en la trayectoria del arado.

Por lo tanto, al enterarse de que unos emisarios iban a presentarse ante él, fingió estar loco, se puso un gorro y unció al arado un caballo y un buey. Palamedes, nada más verlo, se dio cuenta de que fingía. Sacó entonces al hijo de Ulises de la cuna, lo puso debajo del arado y dijo: «Deja de fingir y únete a los conjurados». Entonces Ulises dio la palabra de que iría. Ése fue el motivo de su enemistad con Palamedes.
Higino, fábula 95, 2

En venganza, Odiseo falsificó una carta con el supuesto de que el rey de Troya, Príamo, había propuesto a Palamedes traicionar a los griegos a cambio de oro. Odiseo escondió el oro en la tienda de Palamedes y este fue lapidado hasta la muerte por el ejército griego.[3]​ Versiones alternativas narraban que Diomedes y Odiseo lo ahogaron mientras estaba pescando, o que Diomedes y Odiseo taparon la entrada de un pozo donde Palamedes había descendido para buscar un supuesto tesoro, o que Paris lo mató en batalla o que Odiseo lo asesinó tras calumniarlo ante Agamenón.[4]

Nauplio vengó la muerte de su hijo haciendo estrellarse contra escollos a parte de la flota griega mediante señales falsas a la vuelta de Troya. Además, recorrió Grecia incitando a varias esposas de los caudillos aqueos a que cometieran adulterio.[5]

Invenciones

De Palamedes se decía que había inventado el ajedrez y el juego de los dados. Higino, en sus Fábulas, le atribuye la invención de parte del alfabeto griego.

Filóstrato le atribuye las invenciones de los faros, de la balanza, del disco y de la guardia con centinelas. Probablemente, los inventos atribuidos a Palamedes tuvieran su origen en Creta.

Referencias

  1. Dares Frigio (XII) nos da una descripción más detallada y alega que «era esbelto, alto, inteligente, magnánimo y cariñoso».
  2. Otros nombres de la madre serían, según el autor de los Nostoi, Fílira, y según Cercope, Hesíone, véase Pseudo-Apolodoro: Biblioteca mitológica, II, 1, 5.
  3. Higino: Fábulas (Fabulae), 105: Palamedes.
  4. José Antonio Clúa Serena (2006), Palamedeia (IV): Acotaciones iconográfico-religiosas a la “Justizmord” o muerte mítica de Palamedes, p.182, en KOINÒS LÓGOS: Homenaje al profesor José García López.
  5. José Antonio Clúa Serena (2006), Palamedeia (IV): Acotaciones iconográfico-religiosas a la “Justizmord” o muerte mítica de Palamedes, p.183.

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