Francisco «Paco» Urondo (Santa Fe, 10 de enero de 1930-Guaymallén, 17 de junio de 1976) fue un escritor, poeta, guionista, periodista, docente universitario, militante y guerrilleroargentino.[1][2] Uno de los autores más relevantes de la cultura argentina de la década del sesenta, escribió una novela, dos libros de cuentos, obras teatrales, guiones cinematográficos y nueve poemarios, donde estableció una unión entre la poesía y la política.[3][4] Además, colaboró para los diarios y semanarios Primera Plana, Confirmado y La Opinión, entre otros, y militó en la organización guerrilera Montoneros.[4][5] En 1973, después de compartir cárcel con los sobrevivientes de la Masacre de Trelew, a quienes entrevistó, publicó la novela de testimonioLa patria fusilada, acerca de dicho suceso.[5][6] Falleció en 1976 a causa de un enfrentamiento armado.[7]
Biografía
Primeros años y publicaciones
Francisco Urondo nació el 10 de enero de 1930 en la ciudad de Santa Fe, Argentina.[6] A comienzos de los años cincuenta, la revista Poesía Buenos Aires publicó algunos de sus poemas.[1] En esa década, además, editó sus primeros poemarios, La Perichole (1954), Historia antigua (1956), Dos poemas (1958), Breves (1959) y Lugares (1961), que, a pesar de estar influenciados por la poesía de autores como Oliverio Girondo y Juan L. Ortiz, ya comenzaban su exploración por la síntesis poética entre militancia política y vanguardia estética que sería característica de su obra.[3][8]
En la década de los sesenta, Urondo publicó sus últimos poemarios, Nombres (1963), Del otro lado (1967), Adolece/r (1968) y Son memorias (1970), donde, a su exploración por la unión entre poesía y política, sumó la utilización de coloquialismos y palabras cotidianas, la presencia de un paisaje urbano y la omisión de la métrica y la rima.[3][8] Además, editó sus únicos libros de cuentos, Todo eso y Al tacto.[9] El primero de ellos, conformado por tres cuentos largos acerca de las mujeres y la política, fue publicado en 1966.[10] El segundo, integrado por quince cuentos breves influidos por los escritores del boom y los cuentistas Miguel Briante, Abelardo Castillo, Isidoro Blaisten y Haroldo Conti, entre otros, fue publicado un año después, en 1967.[10]
El 17 de junio del año 1976, en Mendoza, Urondo se encontraba de camino a una reunión de control guerrillera junto a su pareja, Alicia Raboy, su hija de 11 meses, Ángela, y Renée «la Turca» Ahualli, una compañera de militancia, cuando fue emboscado por un comando policial de las fuerzas militares de la dictadura y asesinado a causa de una fractura por hundimiento de cráneo, producto de un golpe dado por la culata de un arma.[1][5]
En el 2011, los policías implicados en su muerte y la de otras 23 personas fueron condenados.[14] La pena máxima recayó sobre el excomisario inspector Juan Agustín Oyarzábal, el exoficial inspector Eduardo Smahá Borzuk, el exsubcomisario Alberto Rodríguez Vázquez y el exsargento Celustiano Lucero.[14] El exteniente Dardo Migno, por su parte, recibió 12 años de cárcel.[14]
Durante el juicio, fue posible determinar que el escritor no se suicidó con una pastilla de cianuro, sino que falleció a causa del hundimiento de cráneo provocado por el golpe que le propinó el policía Celustiano Lucero.[15]
Legado
A partir de su asesinato, la obra de Urondo, aunque cayó en un olvido, comenzó a ser reeditada.[3][4] De esta forma, a finales del siglo XX se publicaron tres antologías de poemas suyos, Todos los poemas (1972, Ediciones de la Flor), Poemas (1984, Casa de las Américas) y Poemas de batalla (1998, Seix Barral).[3] La última de ellas fue curada por el poeta Juan Gelman, amigo del autor.[16]
En el siglo XIX, la editorial argentina Adriana Hidalgo reunió la totalidad de su poesía en el tomo Obra poética (2006), además de compilar sus cuentos, ensayos y artículos periodísticos en los volúmenes Cuentos completos (2011), Obra periodística (2014) y Ensayos (2017).[10][17][18] Por su parte, el sello Mansalva reeditó en el 2009 el libro Veinte años de poesía argentina en una edición ampliada titulada Veinte años de poesía argentina y otros ensayos.[19]
En su homenaje, una plazoleta del barrio porteño de Puerto Madero recibió el nombre de Plazoleta Francisco Paco Urondo.[20] De igual forma, un centro cultural de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires adoptó su nombre.[21] Desde el año 2013, el Centro Cultural Provincial santafesino pasó a denominarse «Centro Cultural Provincial Francisco “Paco” Urondo».[22]