Otón de Nordheim
Otón de Nordheim (h. 1020 - 11 de enero de 1083) fue duque de Baviera (como Otón II) desde 1061 hasta 1070. Fue uno de los líderes de la rebelión sajona en 1073-75 y de la gran revuelta sajona de 1077-88 contra el rey Enrique IV de Alemania. VidaFamiliaOtón nació alrededor de 1020, hijo del conde Bernardo de Nordheim (m. h. 1040) y su esposa Eilika.[1] La rica e influyente dinastía ducal sajona de Nordheim se menciona por vez primera alrededor del año 950, sin que se haya establecido bien su ascendencia: hay posiblement una relación con la familia Immedinger del legendario duque Viduquindo, mientras que según el arzobispo de Magdeburgo Erico de Brandeburgo, el abuelo de Otón Sigfrido I de Nordheim era un hijo del conde Sigfrido de Luxemburgo. Los condes de Nordheim tenían amplios estados en Sajonia en la parte superior de los ríos Leine y Werra así como sobre el Weser y sus afluentes el Diemel y el Nethe y en el bajo Elba. También actuaron como Vogts (alguaciles) de Corvey, Gandersheim, Helmarshausen, Bursfelde, y Amelungsborn. Otón sucedió a su padre como conde de Northeim hacia 1049, entonces uno de los nobles sajones más influyentes junto con el duque billungo Bernardo II y los condes udónidas de Stade. Gobierno durante la regencia de Enrique IVDespués de la muerte del emperador salio Enrique III en 1056, su viuda, la emperatriz viuda Inés, nombró a Otón duque de Baviera en 1061[2] para obtener su apoyo como madre y regente de Enrique IV. Al año siguiente (1062), sin embargo, cuando Inés entregó el poder a su hombre de confianza el obispo Enrique II de Augsburgo, el duque Otón estuvo entre aquellos príncipes que ayudaron al arzobispo Anno II de Colonia a tomar el control de Enrique IV y la regencia, en el llamado golpe de Kaiserswerth.[3] Otón asumió un papel prominente en el gobierno del reino durante la minoría de Enrique. Lideró una exitosa expedición a Hungría en 1063 para reinstalar al rey Salomón (prometido a la hermana de Enrique, Judit de Suabia), quien había sido expulsado por su tío Béla I. Al año siguiente, Otón fue a Italia para arreglar un cisma papal producido por el nombramiento del antipapa Honorio II. Otón también fue decisivo a la hora de asegurar el destierro de la corte del todopoderoso arzobispo Adalberto de Hamburgo-Bremen. Cruzó los Alpes en apoyo del interés regio en otras dos ocasiones y en 1069 intervino en dos expediciones en tierras de los eslavos polabianos (wendos) al este de Alemania.[3] Conflicto con Enrique IVHasta entonces, Otón estaba en buenos términos con el joven rey. No obstante, descuidó su ducado bávaro y en lugar de ello aumentó sus posesiones alodiales sajonas en el sur de la cordillera del Harz, lo que al final llevó a conflicto con Enrique IV, quien pretendía la consolidación de sus dominios reales en esta región.[3] En 1070 se hicieron acusaciones bastante dudosas contra él por un Egeno I de Konradsburg de estar implicado en una trama para asesinar al rey, y se decidió que Otón debía someterse a juicio por combate con su acusador en Goslar. Temiendo por su seguridad, Otón pidió un salvoconducto para ir y volver del lugar del encuentro. Cuando se rechazó darle esto, él declinó aparecer y fue en consecuencia colocado bajo proscripción imperial y privado de Baviera, mientras que sus estados sajones fueron saqueados.[4] No obtuvo ningún apoyo en Baviera, pero alzó un ejército entre los sajones y llevó a cabo una campaña de saqueo contra Enrique hasta Pentecostés de 1071, cuando se sometió. Al año siguiente fue liberado de la custodia en que se encontraba y se le devolvió su patrimonio privado,[3] pero no el título ducal de Baviera, que había sido entregado a su antiguo yerno, Güelfo I, el esposo divorciado de la hija de Otón, Etelinda.[5] RebeliónSegún Bruno, autor de De bello Saxonico (Sobre la guerra sajona), cuando estalló la rebelión sajona en el verano de 1073, Otón pronunció un discurso inspirador a los nobles reunidos en Wormsleben, después de lo cual asumió el mando de los insurgentes. Por la paz de Gerstungen el 2 de febrero de 1074, el ducado de Baviera le fue formalmente restaurado,[3] que sin embargo tuvo fuerte oposición con la nobleza local, con el resultado de que el antiguo yerno de Otón, Güelfo I, siguió siendo duque de Baviera de facto.[cita requerida] También participó en el segundo alzamiento de 1075[3] después de la demolición del castillo de Harzburgo.[cita requerida] Derrotado en la batalla de Langensalza el 9 de junio, se rindió y de nuevo fue perdonado por el rey Enrique que lo convirtió en administrador del ducado sajón.[3] Cuando la querella de las investiduras entre Enrique IV y el papa Gregorio VII culminó con la excomunión del rey en 1076, Otón intentó mediar entre Enrique y los nobles sajones reunidos en Trebur,[3] pero cuando estos esfuerzos fracasaron de nuevo se unió a los insurgentes. Sin embargo, Otón no fue el líder de la gran revuelta sajona. Una vez que le aseguraron que el ducado de Baviera volvería a él, Otón aceptó la elección de Rodolfo de Rheinfelden como antirrey de Alemania. Por su habilidad y valor, Otón aún infligió derrotas a las fuerzas de Enrique en las batallas de Mellrichstadt, Flarchheim y Hohenmölsen.[3] MuerteOtón siguió en armas contra el rey hasta su muerte el 11 de enero de 1083.[3] Está enterrado en la capilla Nicolai en Northeim.[1] Su patrimonio personal en Sajonia más tarde pasó a Lotario de Suplimburgo, quien alrededor de 1100 se casó con la nieta de Otón, Richenza de Northeim. Después de que Richenza, reina alemana desde 1125 y emperatriz del Sacro Imperio desde 1133, muriera en 1141, las tierras alodiales fueron heredadas por su hija Gertrudis y su esposo, el duque güelfo Enrique el Orgulloso. CarácterSe describe a Otón como noble, prudente y guerrero, y poseía grandes habilidades. Sus repetidos perdones demuestran que Enrique no podía permitirse descuidar a una personalidad tan poderosa, y sus talentos militares fueron mostrados repetidamente. Matrimonio y descendenciaHacia 1055 Otón se casó con Riquilda, anteriormente considerada una hija del duque Otón II de Suabia, pero que probablemente descendía de la dinastía billunga. La pareja tuvo cuatro hijos y tres hijas.[3]
Notas
Referencias
Enlaces externos
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