Orden número 1

Prikaz n.º 1 del Sóviet de Diputados Obreros y Soldados de Petrogrado.

La orden número 1 fue una moción aprobada por el Sóviet de Petrogrado el 1 de marzojul./ 14 de marzo de 1917greg.,[1]​ tras la Revolución de Febrero, que indicaba que las órdenes del nuevo Gobierno Provisional Ruso sólo debían acatarse si no se oponían a las directrices de dicho sóviet (consejo). Al limitar el control del Gobierno sobre las fuerzas armadas, tuvo una repercusión enorme en los acontecimientos que siguieron a la Revolución de Febrero, considerándose una de sus consecuencias más importantes.[1]

Antecedentes

Mijaíl Rodzianko, presidente de la Duma Imperial de Rusia, trató de devolver el orden a la capital tras la Revolución de Febrero y tomar el control de las fuerzas armadas, lo que desencadenó el proceso que llevó a la publicación de la Orden número 1, que privó al futuro Gobierno Provisional Ruso del poder sobre las mismas, que quedó en manos del Sóviet de Petrogrado.

El 28 de febrerojul./ 13 de marzo de 1917greg. las unidades enviadas a sofocar la gran revuelta en la capital, Petrogrado, se unieron a los manifestantes, pero no contaron con el apoyo de sus oficiales.[2]​ Muchos de estos habían abandonado sus puestos ante el amotinamiento de los soldados, que ocupaban las calles de la ciudad por millares.[2]

Temeroso de las consecuencias de que estos soldados sin mandos permaneciesen en la capital, el presidente de la Duma Imperial de Rusia, Mijaíl Rodzianko, ordenó a través de la nueva Comisión Militar de la Duma —dependiente del nuevo Comité provisional de la Duma Estatal— el regreso de los soldados a sus cuarteles, la entrega de sus armas y la vuelta de los oficiales.[2][3]​ Las tropas recibieron mal esta orden y se quejaron de ella ante el Comité ejecutivo del Sóviet de Petrogrado.[2][3]​ Los delegados obreros en el Sóviet declararon el llamamiento de la Duma contrarrevolucionario y se llegó a exigir el arresto de Rodzianko, que parecía desear la restauración del antiguo orden en las unidades militares.[3]

Mientras la tropa respetaba la autoridad del Sóviet de Petrogrado y poco después enviaba representantes al mismo, los oficiales, separados en su mayoría de sus unidades por la revolución, veían en la Duma y en su nuevo Comité provisional al sucesor del zar y la única autoridad verdadera.[4]​ El comportamiento de los oficiales que fueron regresando paulatinamente a sus unidades, tras el llamamiento del Comité provisional, disgustó a los soldados, que consideraron que tanto la Duma como los oficiales trataban simplemente de volver a la situación anterior a la revolución.[5]​ Los soldados, que acudieron en masa al Sóviet para rechazar la orden de la Duma, sospechaban que esta era el primer paso para tratar de desarmar a los insurrectos.[6]​ Los trabajadores decidieron ignorar una petición del jefe de la milicia municipal el 1 de marzojul./ 14 de marzogreg. para que la ciudadanía entregase a aquella sus armas.[6]​ Los intentos de la Duma de desarmar a la población habían fracasado.[6]​ Temerosos de enfrentarse con las armas a las masas revolucionarias, la Duma y su comisión militar no lograron el desarme ante la resistencia de aquellas a entregar el armamento obtenido durante la revolución.[7]

Preparación y publicación

El Sóviet de Petrogrado en sesión. La Orden fue aprobada por el Sóviet a petición de los delegados de los soldados, que temían el control de las fuerzas armadas por el Comité provisional de la Duma Estatal y los oficiales.

La mañana del 1 de marzojul./ 14 de marzogreg. estaba prevista la reunión del Sóviet de Petrogrado y antes se celebró otra entre representantes de la guarnición militar de la capital y miembros del comité ejecutivo de aquel.[2]​ Los intentos del comité ejecutivo de que las masas entregasen las armas a los comisarios nombrados por el Sóviet tampoco tuvieron efecto.[8]

La posterior reunión del Sóviet aprobó la participación de soldados en la Comisión Militar de la Duma y el reconocimiento de la autoridad de esta, siempre que no contradijese las decisiones del Sóviet.[9]​ Se rechazó la devolución de las armas.[10]​ La aceptación del regreso de los oficiales que, en su mayoría, habían abandonado sus unidades —en especial las de guardias— fue la propuesta más discutida.[11]​ Se dudaba de la lealtad de los oficiales hacia la revolución.[11]​ Las resoluciones de la reunión del Sóviet fueron el boceto de la Orden Número 1.[11]

El Comité ejecutivo del Sóviet de Petrogrado aprobó poco después las conclusiones del debate en el mismo, indicando que la Orden correspondiente debía publicarse el mismo día.[12]​ El intento de consensuar la publicación con la Comisión Militar de la Duma fracasó ante el rechazo de esta a aprobar las conclusiones alcanzadas en el pleno del Sóviet.[12]​ El comité ejecutivo encargó entonces a una comisión encabezada por Nikolái Sokolov la redacción final de la orden, que estuvo lista en menos de media hora.[12]​ La redacción final fue aprobada por el comité ejecutivo y presentada ante el Sóviet, aún reunido, que la aprobó con alegría desbordante.[4]

La orden se publicó en Izvestia el 2 de marzojul./ 15 de marzo de 1917greg., firmada por tres miembros del Comité ejecutivo del Sóviet de Petrogrado.[13]​ La noche antes, ya había comenzado a distribuirse como volante.[4]

Consecuencias

Según algunos, la orden minó significativamente la disciplina de las unidades militares y contribuyó a la disolución de las fuerzas armadas, mientras que otros la consideran la primera medida de democratización del Ejército.[13]

A pesar de la asunción de que la Orden establecía la elección de los oficiales de las unidades militares, esta cláusula no estaba contenida en la misma.[14]​ En la práctica, sin embargo, los oficiales considerados hostiles a la revolución fueron expulsados de las unidades, pero no hubo una elección general de los mandos.[5]​ Los cambios, en todo caso, sólo afectaron a los oficiales de menor graduación, quedando los altos mandos incólumes.[5]​ Este proceso intensificó la división en los oficiales entre los que aceptaron los cambios revolucionarios y los que se opusieron a los mismos.[5]

Aunque la Orden estaba restringida en principio a las tropas de la capital[15]​ acabó aplicándose tanto a estas como a las del frente.[5]

La Orden supuso además la unión de los soldados al Sóviet de Trabajadores y confirmó la política de defensismo revolucionario.[16]

Notas y referencias

  1. a b Boyd (1968), p. 359
  2. a b c d e Boyd (1968), p. 362
  3. a b c Hasegawa (1973), p. 317
  4. a b c Boyd (1968), p. 367
  5. a b c d e Boyd (1968), p. 371
  6. a b c Hasegawa (1973), p. 319
  7. Hasegawa (1973), p. 321
  8. Hasegawa (1973), p. 320
  9. Boyd (1968), p. 363
  10. Boyd (1968), p. 364
  11. a b c Boyd (1968), p. 365
  12. a b c Boyd (1968), p. 366
  13. a b Boyd (1968), p. 361
  14. Boyd (1968), p. 369
  15. Boyd (1968), p. 372
  16. Boyd (1968), p. 368

Bibliografía

Enlaces externos