Obelisco (biología)Un obelisco es una clase de elemento genético, descubierto en 2024 por Ivan N. Zheludev y sus colaboradores de las universidades de Stanford, California, Valencia (España) y Ontario (Canadá). Los obeliscos se han identificado, en la microbiota del tracto gastrointestinal humano, a partir de datos transcriptómicos. El grupo comparte las siguientes características: un genoma de ácido ribonucleico (ARN) circular, una estructura secundaria tipo "bastón / obelisco" y marcos abiertos de lectura (ORF) que codifican para una nueva súperfamilia de proteínas denominadas 'oblinas'. Las dos proteínas descritas se han denominado oblina 1 y oblina 2.[1][2][3][4][5] Los obeliscos no son viroides. Aunque ambos tienen un ARN circular, los obeliscos son distintos porque contienen genes que codifican proteínas, algo que los viroides no hacen. Además, los obeliscos tienen una estructura genética única y una proteína llamada oblina, lo que los sitúa en una categoría diferente dentro de las entidades genéticas, una categoría "intermedia" entre un viroide y un virus. BiologíaLos viroides requieren de las ARN polimerasa eucariotas para su replicación, lo que da como resultado los genomas más pequeños que se conocen (~350 nt.). Estos genomas simplificados definen los límites biológicos para la transferencia de material genético. A pesar de la ausencia de capacidad para codificar proteínas, su cromosoma circular y las características tipo ribozimas han conducido a una revisión de los paradigmas en el estudio de elementos genéticos tipo viroides.[1] Aunque los obeliscos tienen la forma esférica de muchos viroides, difieren en la estructura de sus secuencias genéticas, lo que podría indicar que son un nuevo grupo, aunque relacionado, de entidades genéticas.[6] Las características de los obeliscos incluyen ARN circular de aproximadamente 1,000 nt. de extensión con motivos de ribozimas, plegadas en una estructura secundaria de ARN tipo bacillo (obelisco).[1] Su relación actual con otros organismos es desconocida, por lo que presenta una incertae sedis taxonómica. Descubrimiento
PatologíaHasta el momento se desconocen las implicaciones biológicas sobre la salud humana.[6][7] Véase tambiénReferencias
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