Un joven de 25 años sin ningún objetivo, y un empresario decadente con serias divergencias con su socio y cuñado se vinculan y dan lugar a un estudio sobre las relaciones de un grupo de personajes.[1]
Reparto
Intervienen en la película los siguientes intérpretes:[1]
«No quiero volver a casa deviene un jardín de senderos que se bifurcan, menos borgeanos que incomprensibles, de esos que no llevan a ninguna parte.Y que confunden.»[1]
«La película se hace bastante aséptica. Queriendo mostrar una gente desangelada, la directora ha dispuesto también,con plena conciencia, un tono desangelado.Pero de esta forma las situaciones nos dejan afuera y los personajes nos parecen ajenos, distantes, artificiosos y aburridos.»[1]
«…muestra a Buenos Aires de un modo totalmente nuevo en el cine nacional…no es esa Buenos Aires tradicional llena de plaza, cafés de gallego y edificios de principios de siglo, es una metrópolis moderna, distante, fría, que sus personajes recorren dolorosamente aislados. La película se destaca por su gran sutileza, su apuesta a los detalles y su interés por el uso de recursos formales en clave dramática. Mundo grúa constituye una indagación de la Argentina post desde la perspectiva masculina. No quiero volver a casa representa su contracara, enunciada desde la voz tradicionalmente silenciada de lo femenino.»[1]
Josefina Sártora en el sitio web primerplano.com escribió:
«Síntesis, severidad, dureza…rasgos que vienen a quebrar un modelo del cine hecho por mujeres esbozando una nueva mirada fílmica femenina.»[1]
Referencias
↑ abcdefManrupe, Raúl; Portela, María Alejandra (2003). Un diccionario de films argentinos II 1996-2002. Buenos Aires: Editorial Corregidor. pp. 173-174. ISBN950-05-1525-3.