El Neoformalismo es un estilo arquitectónico que surgió en la década de 1960 como un rechazo a los límites del modernismo americano. El estilo refleja el gusto por el clasicismo y es un esfuerzo de mediados de siglo para actualizar los estilos del pasado con las nuevas tecnologías y elementos de diseño. Este estilo se encuentra normalmente en edificios de alto perfil cultural, institucional y cívico.[1]
Descripción
Los edificios neoformalistas utilizan elementos clásicos, como arcos, columnatas y entablamentos, pero agregándoles nuevas técnicas de construcción y diseño aportadas por el Estilo Internacional, y usando materiales exteriores que los hagan parecer caros (como el mármol). Las superficies de estos edificios son siempre lisas, y los arcos se encuentran comúnmente o en la columnata o en los soportes de las columnas.
Características
Son características principales del estilo:
el uso de materiales tradicionalmente caros, como travertino, mármol, granito o materiales sintéticos que imitan la calidad y el lujo de los anteriores;
las líneas y formas geométricas dominan la composición de los alzados de los edificios;
normalmente los edificios tienen alzados simétricos;
las superficies de estos siempre son lisas;
a menudo se definen en la parte superior por una terminación plana;
la repetición del motivo de arco es común;
las columnas son un soporte común a lo largo de todas los alzados.[2]
Primariamente en el desarrollo del Neoformalismo había tres arquitectos: Edward Durell Stone, Philip Johnson y Minoru Yamasaki, los cuales habían alcanzado gran prominencia de trabajo en el estilo Internacional y otros tipos de estilos modernistas.[3]