Muertes de perro
Muertes de perro es una novela de Francisco Ayala publicada en 1958. Narra los estertores de la dictadura de Antón Bocanegra mediante la acumulación de perspectivas que proporcionan los documentos de todo tipo acumulados por el cronista Luis Pinedo. Ha conocido numerosas ediciones y ha sido traducida a las principales lenguas. ArgumentoEn un indeterminado país del trópico americano a mediados del siglo XX, Luis Pinedo pretende escribir la crónica del asesinato del dictador Antón Bocanegra y las repercusiones del crimen. Con ese objetivo ha ido recopilando y ordenando documentos y testimonios en torno a la figura de Bocanegra y su círculo de poder. Al principio, la investigación de Pinedo se centra en las memorias autógrafas de Tadeo Requena, secretario y posible hijo natural del dictador. A medida que asistimos al fulgurante ascenso de Requena dentro del aparato gubernamental, vamos conociendo a través de otros textos aportados por Pinedo, a los principales actores de la trama, y se va revelando el clima de corrupción política y moral sobre el que se asentaba el régimen. Personajes
EstiloFrancisco Ayala recurre a la tradición cervantina para articular Muertes de perro. El personaje narrador, encarnado por Luis Pinedo, dice haber hallado un manuscrito –el diario de Tadeo Requena– a partir del cual seguirá recopilando documentos de variada índole para ir componiendo la trama de la novela. Gracias a la técnica del perspectivismo, el autor muestra diversos puntos de vista sobre los hechos, empleando para ello directamente textos producidos por algunos de los personajes: los informes del embajador, las cartas de María Elena, los artículos de prensa de Camarasa... La variedad de los registros lingüísticos de estos testimonios y documentos testimonian el dominio del estilo por parte del autor. TemáticaCiertos elementos de Muertes de perro (la presencia de un caudillo militar y su ambientación en un país latinoamericano, por ejemplo) han propiciado que la obra se encuadre dentro del subgénero “novela de dictador”. No obstante, han sido varios los críticos –además del propio autor– que defienden que el tema principal apunta en otra dirección: un análisis de la condición humana en determinadas situaciones sociales. Así, afirma José María Merino que "más allá de la pura anécdota y de la crónica distorsionada de un supuesto conflicto en una dictadura caribeña, [Muertes de perro] ofrece una parábola nada complaciente sobre ciertos aspectos de la experiencia social de los seres humanos".[1] En la misma línea, como señala el profesor José-Carlos Mainer:
Génesis de la obra e historia editorialLa primera noticia de la escritura de Muertes de perro la encontramos en una carta de Ayala a José Ferrater Mora fechada el 16 de noviembre de 1955; en la misiva, escrita desde la Universidad de Princeton –en la que Ayala impartía un curso–, le comenta a Ferrater que dedica su tiempo a dar clases y a escribir “una novela más larga...”.[3] En la misma línea le cuenta a Eduardo Mallea, en carta datada el 31 de diciembre de 1955: “ahora estoy metido en una novela larga, que espero adelantar durante los próximos meses”.[4] Al mes siguiente volvería Ayala a Puerto Rico y no tendremos noticias de la novela hasta la primavera de 1957, también gracias a una carta a Mallea, escrita en esta ocasión desde París: “Continúo trabajando en mi novela, sin prisa, pues mi ritmo es muy lento para la invención literaria, pero ahora también sin cesar”.[5] Sin embargo, y a pesar del ritmo lento de escritura en el que afirma encontrarse, en julio del mismo año le anuncia a Mallea que ya está concluida; por primera vez, encontramos una referencia al que será el título definitivo, a pesar de ciertas reticencias iniciales por parte del propio Ayala:
En el contrato con la Editorial Sudamericana figura la fecha de 5 de diciembre de 1957. El libro salió a la venta en el mes de junio de 1958 en Buenos Aires.[7] La primera edición en España apareció en la colección El libro de bolsillo de Alianza editorial en 1968. Muertes de perro ha conocido numerosas ediciones y reimpresiones, algunas de ellas con prólogos y textos introductorios: con prólogo de Justo Navarro (Debate, 1990); con introducción y notas de José-Carlos Mainer y estudio de la obra de María Ángeles Naval (Vicens Vives, 1993); y con introducción de Miguel García-Posada y semblanza biográfica de Alberto Cousté (Círculo de Lectores, 1998). Por su parte, Nelson Orringer ha preparado la edición crítica en la colección Letras Hispánicas de Cátedra (1996). Se editó conjuntamente con El fondo del vaso en la colección Austral de Espasa Calpe, con prólogo de Mariano Baquero Goyanes, en 1981 y de nuevo en 1991. Ha quedado recogida en el volumen I, Narrativa (2012), de las obras completas del autor publicadas por Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores. En 2014, la Real Academia Española incluyó Muertes de perro en su colección III Centenario. La edición contó con estudios de José María Merino y Carolyn Richmond. La última edición hasta el momento ha sido la publicada en 2020 en Alianza editorial en un volumen junto con El fondo del vaso. Traducciones
Notas y referencias
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