Minería en El SalvadorLa minería en El Salvador se expandió de la minería artesanal a la minería industrial en una mina en San Sebastián en la década de 1970. La industria minera nacional colapsó durante la Guerra Civil Salvadoreña. Después de la guerra, el gobierno propuso 33 zonas mineras designadas y otorgó licencias de exploración a empresas estadounidenses, australianas y canadienses. "Líderes comunitarios" bloquearon con éxito la exploración en Chalatenango en 2005. La empresa canadiense Pacific Rim Mining Corporation obtuvo un permiso para explorar la mina de oro El Dorado en 2002, pero se le negó la licencia para explotar en 2008, debido a la oposición política. La minería de metales fue prohibida en 2017, aunque la creación de un regulador minero en 2021 y el arresto de activistas antiminería en 2023 provocaron especulaciones públicas de que el gobierno estaba considerando reanudar la minería. HistoriaA principios del siglo XX, la mina de oro Butters era la más productiva, tanto así, que su fama se extendía a Europa.[1] Otras minas de oro se ubicaban en Chalatenango, Santa Ana, Loma Larga, Divisadero, Flamenco, etc.[2] En cuanto a plata, San Miguel era el mayor generador de ésta riqueza.[3] Se había encontrado extraordinarios depósitos de hierro en Metapán, donde la concentración era del 80%, y por ende de calidad superior a los hierros vizcaínos que alimentaban la gran industria metalúrgica española, cuyo mineral apenas alcanzaba el 56%. Se buscaba completar el ferrocarril al puerto de La Unión para poder desarrollar la industria.[4] Hulla dura, brillante y de buena calidad hay en Chalatenango, Cabañas, y en las costas del Golfo de Fonseca.[5] Hay también depósitos de estaño en Chalatenango, y de plomo en Chalatenango y en Usulután.[6] La mina de oro de San Sebastián se inauguró en 1904.[7] La minería se convirtió en una actividad económica importante a nivel nacional en la década de 1970, cuando la empresa Commerce Group Corp, con sede en Waukesha, Wisconsin, industrializó la mina. La minería en El Salvador fue detenida por la Guerra Civil Salvadoreña.[8] Después de la guerra, el gobierno de derecha de la Alianza Republicana Nacionalista planificó 33 áreas para la minería y otorgó 28 licencias a compañías mineras australianas, canadienses y estadounidenses. El plan fue recibido con hostilidad por parte de "líderes" de comunidades locales, que alegaron no haber sido consultadas. La oposición comunitaria fue más feroz en Chalatenango y Cabañas, donde la comunidad retuvo los derechos de propiedad de la tierra.[8] En 2005, la empresa canadiense Au Martinique Silver comenzó a realizar prospecciones en Chalatenango, a pesar de las objeciones de algunos "líderes comunitarios," quienes con el apoyo de la organización activista estadounidense Madison Arcatao Sister City Project detuvieron con éxito el proyecto.[8] En Estados Unidos, la minería es una importante industria. En 2002, la empresa canadiense [9] Pacific Rim Mining Corporation obtuvo una licencia para explorar la mina de oro El Dorado [10] pero se le negó la licencia para explotar en 2008.[11] La mina había estado en operación, según OceanaGold, empresa matriz de Pacific Rim Mining Corporation, de 1948 a 1953.[12] La minería metálica fue prohibida en 2017 en El Salvador,[13] luego de una campaña de dirigentes católicos y activistas.[14] A pesar de la prohibición, la minería artesanal continúa, utilizando mano de obra infantil.[13] La agencia gubernamental Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas se formó en octubre de 2021.[13] El arresto de activistas antiminería, en medio de acusaciones de un asesinato ocurrido en 1989 [15] durante la Guerra Civil Salvadoreña, provocó la especulación pública de que el gobierno de Nayib Bukele podría levantar la prohibición.[16] Véase tambiénReferencias
Bibliografía• The Times (21 de octubre de 1912). «The International Railways in Guatemala and Salvador» (en inglés) (40035). Londres. p. 15. ISSN 0140-0460. Consultado el 14 de noviembre de 2023. |