Miguel Ametller
Miguel Ametller Marill (Cerviá de Ter, 28 de julio de 1804-Gerona, 30 de mayo de 1867) fue un médico español.[1] BiografíaEra hijo de José Ametller y María Marill.[1] Cursó segunda enseñanza en el seminario de Gerona, donde fue discípulo del humanista Narciso Camps.[1] Destacado gramático y retórico, su aplicación en estas dos asignaturas ejerció una influencia decisiva en su ulterior carrera.[1] Empezó el estudio de la Medicina en el colegio de Barcelona.[1] No obstante, su ardor político le llevó a coger las armas y unirse al batallón de ligeros n.º 10 de Barbastro.[1] En sus filas, se batió en Llers contra los cien mil hijos de San Luis; puesto que cayó prisionero, fue llevado a Tarascón, donde estuvo más de un año, hasta que recibió la licencia absoluta de manos del marqués de Campo Sagrado.[1] Reanudados sus estudios, logró el título de licenciado el 27 de agosto de 1829, habiendo obtenido la nota de sobresaliente todos los años.[1] Ganó, por oposición, la medalla, el premio correspondiente a la licenciatura, acreditado por trabajos como los titulados De aneurismate et qua methodo curando y De opio ejusque in morbis usu.[1] Avalado por su título, se trasladó a Gerona, donde se encargó de la clientela de su suegro, Narciso Viñas.[1] Escribió, además, dos nuevos trabajos médicos en esta época: el primero, una memoria sobre una epidemia de escarlatina, dedicada a la Academia de Medicina de Barcelona; el segundo, otra memoria, esta acerca del tifus castrense, que le valió galardones de las academias de Madrid y Cádiz.[1] En aquellos mismos años hubo de investigar, por delegación de las autoridades de la provincia de Gerona, las epidemias de cólera morbo, la de viruela y la de fiebres malignas.[1] De hecho, cuando el cólera amenazó con invadir Gerona, fue nombrado médico del lazareto que se improvisó para hacerle frente.[1] Le fue adjudicada en 1836 la vacante que dejó su suegro en las casas de beneficencia, cuyo destino facultativo desempeñó hasta el año 1867, encargado, casi siempre, de su servicio quirúrgico.[2] Desempeñó, asimismo, cargos administrativos, como el de procurador síndico del Ayuntamiento, diputado provincial en dos legislaturas distintas, subdelegado de Medicina o vocal de juntas de monumentos, entre otros.[3] Asimismo, fue nombrado catedrático de Literatura, Declamación e Historia por el efímero instituto provincial gerundense, así como miembro de las Sociedades económicas de amigos del país de Gerona, Olot y Figueras.[3] Cuando el poder central dio, bajo distintas bases, nueva vida al Instituto Provincial de Gerona en 1845, Ametller hubo de encargarse de la cátedra de Retórica, Poética e Histórica, que desempeñó hasta 1851.[3] Para colocarse en aptitud legal, se vio obligado a alcanzar el título de regente de segunda clase.[3] Alcanzó, finalmente, la dirección del instituto, en un tiempo en que se dio un aumento notable de los gabinetes de Física e Historia Natural y se creó la Biblioteca Provincial.[3] En reconocimiento a su labor, y a sugerencia de Agustín Yáñez, fue nombrado socio corresponsal de la Academia de Ciencias Naturales y Artes de Barcelona.[3] Asimismo, recibió laudatorios votos de gracias de orden de la reina Isabel II.[3] Falleció el 30 de mayo de 1867, a los 62 años de edad.[3] ObrasEscribió varios trabajos inscritos en el ámbito de la medicina y leyó, asimismo, varios discursos:[4]
Referencias
Bibliografía
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