Medidor de aguaUn medidor de agua, contador de agua o hidrómetro[1][verifica la fuente] es un aparato que permite contabilizar el volumen de agua que pasa a través de él. Suele ser utilizado en las conducciones de abastecimiento de agua de instalaciones residenciales e industriales para realizar los cobros pertinentes a los usuarios.[2] También se utilizan en instalaciones de regadío,[3] Contra incendios o incluso sin propósito de control de cobros, solo como control de fugas. AntecedentesLa necesidad de usarlos en los acueductos se remonta a la antigua Roma, ya que en esta metrópoli existía una gran necesidad de distribuir el preciado líquido a los habitantes. Debido a que este líquido, al principio, se distribuía de manera gratuita, los pobladores no lo aprovechaban de una manera eficiente y el agua era desperdiciada, así que las autoridades decidieron hacer un cobro igual a todos los habitantes por el uso de este. Ya a finales del siglo XIX, en Inglaterra, se observó que hacer el mismo cobro a todos los habitantes era algo injusto y no equitativo, así que se pusieron a la tarea de desarrollar un medidor de agua, con el cual se contabilizara el consumo de agua total y se realizara el cobro respectivo, este sistema sirvió al principio y por un buen tiempo, hasta que usuarios inconformes con el cobro violaban la seguridad del medidor y le introducían toda clase de objetos para que se alterara la medición, por ello se han desarrollado una serie de medidores antifraude y además se ha incorporado en la normatividad legal de casi todos los países del mundo como delito la alteración de cualquier tipo de medidores. Tipos de medidoresLos medidores de agua se pueden clasificar en función de la forma de contar el caudal: Contadores volumétricosSon aparatos que son capaces de atrapar una determinada cantidad de volumen fijada y trasladarla a la salida. Los dos tipos más habituales son los de pistón[4] y los discos rotativos.[5] No son muy habituales porque generan mucha fricción en los flujos, pero son muy precisos. También se les llama medidores de desplazamiento positivo. Contadores de la velocidad de aguaSon aquellos que estiman la velocidad del flujo y a partir de esta estiman el caudal que circula. Son los más habituales al ser más baratos, tener una exactitud razonable y provocar pocas interferencias en el flujo. Tienen el inconveniente de obstruirse o alterarse en caso de que existan sólidos en suspensión. Presentan los siguientes tipos:[6]
Contadores electromagnéticosSon técnicamente medidores de tipo velocidad, con la diferencia de que aprovechan las propiedades electromagnéticas de la velocidad del flujo del agua, en vez de usar una turbina propulsada por un chorro. Estos contadores usan el principio físico de la ley de inducción de Faraday para la medida, y requieren de corriente alterna o continua de una línea eléctrica o una batería para operar los electroimanes. El funcionamiento consiste en inducir un campo electromagnético en el conducto, y dos sensores miden la tensión eléctrica resultante que es proporcional a la velocidad del fluido.[8] Como no disponen de elementos mecánicos, tienen la ventaja de medir en cualquier dirección y cualquier tipo de agua como las residuales. Tienen la desventaja de que no pueden medir líquidos no conductivos como aceites o agua osmotizada o muy pura. Si existen corrientes parásitas pueden alterar el conteo, por lo que se instalan en el suelo o tomando medidas especiales que impidan esas desviaciones. Contadores por ultrasonidosLos medidores por ultrasonidos para enviar ondas ultrasónicas a través del fluido para determinar la velocidad del agua.[9] Como la sección transversal del conducto en el cuerpo del contador está fijada y es un valor conocido, cuando el medidor calcula la velocidad del flujo es capaz de estimar el caudal con una precisión muy alta. Debido a que la densidad del agua varía con la temperatura, la mayoría de los contadores de ultrasonidos también miden la temperatura para afinar el volumen del caudal. Existen dos tecnologías para medir por ultrasonidos:
Los contadores pueden ser a su vez de flujo a través o puede ir a acoplado al conducto. Los acoplados son muy útiles en conductos muy grandes, mientras que los de flujo a través se usan para instalaciones en domicilios o comercios. Tienen como ventaja que además de una gran precisión, poco mantenimiento y tener una gran vida útil al no tener dispositivos mecánicos. Aunque son relativamente recientes, tienen una amplia aceptación en el mercado estadounidense y cada vez más en el europeo. Su desventaja sigue siendo el precio, superior al de los mecánicos, además en caso de encontrar burbujas de aire o sólidos se producen interferencias en la medición.[10] Véase tambiénReferencias
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