El Marquesado de Soto de Aller es un título nobiliario español creado el 20 de diciembre de 1846 por la reina Isabel II, a favor de Joaquín Posada y Moscoso.
Se concedió con el vizcondado previo de Miravalles, que quedó anulado al mismo tiempo que la concesión del Marquesado de Soto de Aller. Sin embargo, el 26 de septiembre de 1847, la misma reina lo concedió como perpetuo y hereditario, para los primogénitos del marquesado de Soto de Aller.
Su denominación hace referencia a la localidad de "Soto", parroquia del concejo asturiano de Aller.
Joaquín Posada y Moscoso (1769-1856), I marqués de Soto de Aller, I vizconde de Miravalles.
Casó con María de los Dolores D'Estoup y Cayron. Le sucedió su hijo:
Julio Posada y D'Estoup (1835-1857), II marqués de Soto de Aller, II vizconde de Miravalles. Sin descendientes. Testó a favor del hermano de su madre, su tío y tutor Manuel D'Estoup y Cayron, solicitando éste la sucesión en 1939, sin que le fuese concedida. El título cayó en el olvido, hasta que fue rehabilitado por:
Juan Antonio Gamazo y Abarca (1883-1968), III marqués de Soto de Aller, I conde de Gamazo, III vizconde de Miravalles.
Casó con Marta Arnús y Gayón. Le sucedió su hijo:
Claudio Gamazo y Arnús (1916-1984), IV marqués de Soto de Aller, III conde de Gamazo, (el II conde de Gamazo fue su hermano Juan Antonio Gamazo y Arnús, quién también fue IV vizconde de Miravalles, que murió sin descendientes).