Marina García Burgos
Marina García Burgos (Lima, 1968) es una fotógrafa artística y documental, y activista por los derechos humanos peruana.[1][2] Estudió en el centro KODAK de Lima (1994), en el Centro Internacional de Fotografía de Nueva York (2011) y en el Central Saint Martins de la Universidad de las Artes de Londres en Inglaterra (2003).[3] Ha colaborado como fotógrafa con revistas y periódicos como Vogue Latin America, Wallpaper y The Sunday Telegraph (Reino Unido), Die Weltwoche (Alemania), Rolling Stone y Gatopardo (Colombia), El País y Traveler (España), Celeste (México) y Somos y Cosas (Perú).[4] Ha participado en ferias y exposiciones individuales y colectivas en Lima (Solo Amor, 2006; Lima 130K, 2013; Paisajes Reversibles, 2014; Lima Photo y El Repaje de Marcapata, 2018; Discursos del corazón y Fragmentos sociales, 2020), Chicago (ArtChicago, 2009), Miami (ArteAmericas, 2010), Nueva York (Lima 130K, 2013), Milán (Expo Universal. Museo de las Culturas, 2015), Dubái (Te amo Perú, 2016) y París (Visions du paysage, 2019).[5][6][7][8][9] Proyectos fotográficosLos proyectos fotográficos de García Burgos se caracterizan por las temáticas sociales, investigando y registrando temas de racismo, exclusión y violencia.[2] Colectivo MRCon el español Ricardo Ramón formó en el 2005 el Colectivo MR para explorar y comunicar a través del arte acerca de temas de la violencia, la verdad y la reconciliación en Perú. El año 2007 desarrollaron la serie fotografíca Si no existe el más allá la injusticia del pobre se prolonga eternamente que a través de retratos de una familia de tres generaciones de la provincia de Huancayo en donde a través de la técnica fotográfica, la utilización de vestuarios típicos del lugar de origen de la familia y el uso de espacios vinculados a grupos tradicionales de poder en Lima buscó hacer reflexionar a los espectadores sobre la visibilización e invisibilización de las desigualdades y racismo existente en las ciudades del país.[12] La serie fue adquirida por Fototeca Latinoamericana (FOLA) en Buenos Aires, Argentina.[13] La chalina de la esperanzaEn el año 2009 desarrolló junto al Colectivo Desvela, Paola Ugaz, Morgana Vargas Llosa y asociaciones de familiares de víctimas de desaparición forzada el proyecto fotográfico y de tejido colectivo La chalina de la esperanza.[14] El proyecto surgió en Putis, lugar de la masacre de Putis de 1984, en la región de Ayacucho. La confección de la bufanda buscó conectar a las mujeres con sus familiares desaparecidos, con otras mujeres con similares pérdidas, visibilizar el lenguaje ancestral del tejido y agilizar las reparaciones individuales a las víctimas.[15] El tejido desarrollado tuvo más de 1 km de longitud y fue confeccionado por más de mil familiares de personas desaparecidas en el periodo de violencia 1980 – 2000. Los familiares procedieron de las ciudades de Ayacucho, Chimbote, Lima, Trujillo, Arequipa, Junín y Puno.[16] El proyecto se expuso en el Lugar de la Memoria (LUM) y en el Centro Cultural El Olivar del Distrito de San Isidro el 2010 en Lima,[17][18] y en la oficina central del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Ginebra, Suiza, el 2014.[13] El 2015 el Colectivo Desvela y el CICR publicaron el libro Chinchakquna. Los que se perdieron que recoge los testimonios y fotografías del proyecto.[19] Referencias
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