María Teresa Fernández de Miranda
María Teresa Fernández Carrillo, más conocida como María Teresa Fernández de Miranda (Guadalajara, 1923-Ciudad de México, 30 de junio de 1966),[1] fue una lingüista mexicana. El 7 de julio de 1950 egresó de la carrera de lingüística de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), convirtiéndose en la primera lingüista profesional de México.[2] BiografíaPrimeros años y formación profesionalNació en la ciudad de Guadalajara durante el año de 1923, siendo hija de los señores Salvador Fernández y Carmen Carrillo.[1]: 92 En su juventud, asistió a la Escuela Nacional Preparatoria y en 1941 recibió sus primeras lecciones de lingüística otomangue de parte de Roberto J. Weitlaner en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del Instituto Politécnico Nacional.[1]: 92 Al año siguiente, se inscribió en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), donde fue alumna de Federico Gómez de Orozco, Jorge A. Vivó, Kenneth Pike, Miguel Covarrubias, Stanley Newman, Robert Barlow, Norman McQuown y del propio Weitlaner.[1]: 92–93 En la misma época, comenzó a realizar trabajo de campo en las zonas nahuas de San Miguel Oxtotilpan y Tetelcingo con Weitlaner y Pike, respectivamente, actividad que reanudó en 1947 con Newman en la región de Milpa Alta.[1]: 92–93 Años de madurezPoco después, ingresó al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) como secretaria y más tarde como investigadora. A partir de 1948, dirigió y diseñó el laboratorio de sonido del Museo Nacional de Antropología, el cual había proyectado con la intención de recopilar muestras de lenguas indígenas y música folklórica.[1]: 93 En 1949, terminó su formación en la ENAH y entre 1949 y 1950 realizó trabajo de campo con la lengua ixcateca de Santa María Ixcatlán, Oaxaca. A partir de esta experiencia de investigación, elaboró su proyecto de tesis bajo la asesoría de Arturo Monzón y lo defendió el 7 de julio de 1950, obteniendo el grado de maestro en ciencias antropológicas con especialización en lingüística, bajo la distinción cum laude.[1]: 93 Tras su defensa de tesis, continuó su formación académica, así como sus investigaciones en el laboratorio de sonido del Museo Nacional de Antropología, y contrajo matrimonio con el historiador José Miranda González. En 1952, viajó a los Estados Unidos para asistir a los cursos de verano de la Universidad de Oklahoma, donde fue alumna de la lingüista Velma Pickett. A partir de entonces, desarrolló una nutrida amistad con Pickett y los lingüistas del Instituto Lingüístico de Verano y comenzó a traducir del inglés distintas obras de interés lingüístico.[1]: 94 Sin embargo, durante el mismo año de 1952 le sería diagnosticado lupus, enfermedad que paulatinamente la alejaría de sus clases en la ENAH y que dificultaría sus investigaciones lingüísticas.[1]: 96 [3]: xviii–xix Últimos años de vidaA causa de su enfermedad, Fernández de Miranda interrumpió sus clases en la ENAH y sus labores en el laboratorio de sonido del Museo Nacional de Antropología. En 1958, retomó parcialmente la docencia, impartiendo en su domicilio un curso de lenguas tonales a un grupo de alumnos conformado por Roberto Escalante, Juan José Rendón Monzón, Thomas Stanford y Leonardo Manrique Castañeda, quien la asistiría en sus investigaciones por un tiempo.[3]: xviii–xix Fernández de Miranda emprendió en sus últimos años de vida un nuevo proyecto: la reconstrucción fonológica del idioma protozapoteco, con el objetivo de presentarlo como tesis de doctorado.[3]: xix Sin ponerle punto final a sus borradores, falleció el 30 de junio de 1966 en la Ciudad de México por complicaciones del lupus.[1]: 92 Obra y legadoDesempeñó su carrera docente y de investigación en la ENAH y en el Instituto Nacional de Antropología e Historia, donde colaboró con investigadores como Morris Swadesh, Roberto J. Weitlaner, José Miranda González.[2] A su vez, fue secretaria del Consejo de Lenguas Indígenas.[2] Los intereses de Fernández de Miranda se centraron en la lingüística histórica y comparada[2] y aplicó sus métodos a varios subgrupos de la familia lingüística otomangue, especialmente a la rama popolocana, la rama zapotecana y la rama chiapaneco-mangue. Publicaciones selectasArtículos
Artículos en coautoría
Capítulos de libro
Libros
Libros en coautoría
Véase también
Referencias
Bibliografía
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