María Hortensia Lacau
María Hortensia Palisa Mujica de Lacau (Buenos Aires, 30 de octubre de 1910-Buenos Aires, 12 de enero de 2006) fue una pedagoga argentina, escritora, ensayista, poeta, Maestra Normal Nacional y profesora de enseñanza secundaria en el Colegio Nacional de Buenos Aires y en la Escuela Nacional de Comercio Carlos Pellegrini, entre otras instituciones educativas. Dictó la cátedra "Comentario de Textos" en los cursos de ingreso de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Por su trayectoria y aportes a la literatura y la educación fue declarada Ciudadana Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires en 1995. DocenciaDedicada a la docencia y la pedagogía, fue docente en el nivel secundario, terciario y universitario. Se recibió de Maestra Normal Nacional[1] y luego egresó del Profesorado Nacional Superior Joaquín V. González como profesora de Castellano y Literatura, materia de la que fue docente en el Colegio Nacional Buenos Aires, en la Escuela Nacional de Comercio Carlos Pellegrini, en Escuela de Comercio N.º 7 Manuel Belgrano y en la Escuela General San Martín del Patronato Nacional de Ciegos. Entre 1956 y 1960 se desempeñó en el cargo de rectora de la Escuela Normal N.º 4.[2] el cual obtuvo por concurso.[3] En la Universidad de Buenos Aires dictó la cátedra de Comentario de Texto en el curso de ingreso a la Facultad de Filosofía y Letras.[4] ObrasDe su obra didáctica y pedagógica se formaron varias generaciones de alumnos y docentes argentinos.[5] Elaboró trabajos de ensayo, libros de texto y de lectura. Editó y dirigió ediciones divulgativas de numerosos textos clásicos, y publicó obras pedagógicas como Didáctica de la lectura creadora (1966, revisada en 2002).[6] De sus obras para niños se recuerda especialmente País de Silvia, Chingola y Hornerín, Yo y Hornerín, El libro de Juancito Maricaminero, El arbolito Serafín, Canciones de Guirigay, Casita busca dueño, Azulejo, El potrillo azul, Gris Buenos Aires o la recopilación Poemas para niños. Su obra publicada, completa, cuenta alrededor de cincuenta títulos.[1][4] Colaboró frecuentemente en el diario La Prensa y fue creadora del Banco de Tiempo para no videntes.[7] Además sumó la actividad editorial a través de la dirección de las Colección Grandes Obras de la Literatura Universal, de Editorial Kapelusz, y directora de las colecciones de Plus Ultra, Tejados Rojos, El Escenario, La Escalerita, El Campanario, El Altillo y Vamos a Comunicarnos.[4] Fue integrante de la comisión fundadora y presidenta de CAPLI, Comité Asesor Promoción de la Literatura Infantil y Juvenil.[3] Premios, becas y distincionesEntre sus numerosos premios cabe destacar una beca Fulbright y la faja de honor de la Sociedad Argentina de Escritores (en 1955 y en 1977, por Tiempo y vida de Conrado Nalé Roxlo); también presidió el primer Congreso Argentino de Literatura Infantil y Juvenil.
LegadoSu biblioteca privada compuesta por alrededor de cuatro mil volúmenes.fue donada a la Biblioteca Nacional de Maestros por voluntad testamentaria.[5] Referencias
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