María Amalia de Austria
María Amelia o María Amalia de Austria (Viena, 22 de octubre de 1701-Múnich, 11 de diciembre de 1756), archiduquesa de Austria. Primeros añosFue hija del emperador José I y de Guillermina Amalia, hija a su vez del duque Federico de Brunswick-Luneburgo. María Amalia nació en Viena, cerca de once semanas después de la muerte de su hermano Leopoldo José, el único hijo varón de sus padres. Su madre fue incapaz de concebir más hijos después de ella, supuestamente porque su padre había contraído sífilis de una de sus amantes y pasó la enfermedad a su esposa, lo que hizo infértil a la Emperatriz. Su padre tenía, una larga lista de amantes, y varios hijos ilegítimos. María Amalia era pequeña, segura de sí misma, amante de la diversión, amaba la caza y sus perros. Cuando tenía nueve años, su padre murió de viruela y fue sucedido como emperador del Sacro Imperio por su hermano Carlos VI. Carlos ignoró un decreto firmado durante el reinado de su abuelo Leopoldo I, dándoles prioridad en la sucesión a las hijas del hijo mayor de Leopoldo. En cambio, promulgó la Pragmática Sanción de 1713, que sustituyó a María Amalia y a su hermana María Josefa con su propia hija María Teresa en la línea de sucesión. A las archiduquesas desplazadas, no se les permitía casarse hasta que renunciaran a sus derechos a la sucesión de Austria. Matrimonio y descendenciaMaría Amalia fue propuesta como esposa de Víctor Amadeo de Saboya, príncipe de Piamonte, heredero del Reino de Sicilia y Ducado de Saboya. Se suponía que la unión crearía mejores relaciones entre Saboya y Austria, pero el plan fue ignorado por el duque de Saboya. El joven Víctor Amadeo murió posteriormente de viruela, soltero, en 1715. En 1717, conoció a su futuro esposo Carlos Alberto, quien también visitó Viena en su camino para participar en la guerra contra el Imperio Otomano en Belgrado. De modo que aprovechó el tiempo de su estancia para cultivar contactos políticos y conocer a toda la familia imperial. A la vuelta de Belgrado en 1718, realizó una segunda visita a Viena, él deseaba casarse con un miembro de la dinastía Habsburgo por razones dinásticas y económicas. Sin embargo, Carlos Alberto inicialmente pidió casarse con su hermana mayor María Josefa, pero ella ya estaba comprometida en el momento de su propuesta. Ambas hermanas recibieron una educación católica muy estricta con un enfoque en los deberes religiosos católicos de su madre, pero María Amalia fue descrita por tener una personalidad más viva y extrovertida que la más seria María Josefa. Habiendo aceptado reconocer la Pragmática Sanción, la boda tuvo lugar el 5 de octubre de 1722, en Viena. En la boda se representó la ópera I veri amici ("Los verdaderos amigos") de Tomaso Albinoni. La hija del emperador recibió una rica dote, incluidas joyas por valor de 986.500 florines. Si bien las celebraciones de la iglesia representaron un punto culminante, las otras festividades en Viena fueron mucho menos espléndidas que las festividades con las que se celebraron los recién casados en Múnich. Duraron desde la llegada de la pareja el 17 de octubre al 4 de noviembre de 1722 y se gastaron 4 millones de florines. Johann Jakob Moser, un contemporáneo, describió la relación: “El caballero vivía feliz con esta esposa. Porque con el tiempo supo adaptarse muy bien a su naturaleza, y casi siempre tuvo una disposición similar a la de él". Vivían en el Palacio de Nymphenburg en Múnich y tuvieron siete hijos:
Electora bávara y emperatrizEn mayo de 1727, con el nacimiento del heredero Maximiliano III José, María Amalia recibió su propia residencia, el Palacio de Fürstenried como regalo perpetuo. En 1734, su esposo la honró con la construcción del Amalienburg, que lleva su nombre, en el Parque del Palacio de Nymphenburg. Al igual que su madre, se vio obligada a aceptar la infidelidad de su cónyuge: su marido también tuvo seis hijos ilegítimos. Sin embargo, su relación se describe como moderadamente feliz, ya que tenían personalidades e intereses similares. Como Carlos Alberto, disfrutaba de la vida cortesana, la pompa y las fiestas, y juntos hicieron de la corte bávara un centro cultural. María Amalia estaba interesada en la política, tenía pasión por la caza y logró despertar también su interés por los viajes con el argumento de que las peregrinaciones le facilitarían el parto. Con la esperanza de más nacimientos masculinos, completó estancias en el spa, incluso en Bad Adelholzen y numerosas peregrinaciones. Como su madre, era muy piadosa y promovía iglesias y órdenes. Tenía una amistad especial con su cuñada María Ana, que vivía en un convento de clarisas en Múnich. A pesar de que María Amalia había renunciado a sus derechos sobre las tierras austríacas al casarse, Charlos Alberto reclamó las tierras de los Habsburgo por matrimonio con ella durante la Guerra de Sucesión de Austria en 1740. Después de un acuerdo con el cónyuge de su hermana mayor María Josefa, que de otro modo tendría un derecho más fuerte que ella, su marido invadió Bohemia. María Amalia fue coronada como Reina de Bohemia en Praga, el 7 de noviembre de 1741. El príncipe abad de Kempten Anselm Reichlin de Meldegg estuvo presente en la coronación como su archi-mariscal. El 12 de febrero de 1742, María Amalia se convirtió en Emperatriz del Sacro Imperio Romano Germánico tras la coronación de Carlos Alberto como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico como Carlos VII en Fráncfort del Meno, donde ella misma fue coronada como Emperatriz Consorte. Sin embargo, el 14 de febrero de ese año, Baviera fue ocupada por Austria. Viudez y muerteEl marido de María Amalia murió el 20 de enero de 1745, por lo que ella pudo hacerse cargo del heredero al trono, su único hijo Maximiliano III de dieciocho años. Lo convence para que haga las paces con su prima María Teresa a través de una compensación económica mediante la Paz de Füssen. Para esto, tuvo que renunciar a la corona imperial y fue la base de uno de los tiempos de paz más largos en Baviera. Después de eso, vivió en reclusión en el Palacio de Fürstenried durante el resto de su viudez. En 1754, fundó una casa religiosa con hospital para las mujeres que se establecieran en Múnich por iniciativa suya. Este primer hospital moderno, estaba dedicado a la enfermería y la formación de ayudantes laicos. María Amalia sobrevivió 11 años a su marido, falleciendo en 1756. Fue enterrada junto a él en la Iglesia Teatina de Múnich, su corazón fue enterrado por separado y está en la Capilla de Nuestra Señora de Altötting. La siguiente anécdota es del quinto volumen de la Historia de mi vida de Casanova:
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