Luna rossa (película de 1998)
Luna rossa (Luna roja) es una película del género “ensayo musical”, del 1991, dirigida por el cineasta alemán Georg Brintrup. ArgumentoUsando la música como fondo, la película hace un viaje en la « psyché » colectiva del pueblo napolitano, desde la antigüedad hasta nuestros días. Dos Napolitanos, Tony y Ciro, recorren en automóvil las calles de su ciudad, mientras escuchan, durante ese viaje intraurbano, la célebre canción Luna Rossa. De forma intempestiva, la música es interrumpida para dejar lugar a la noticia del enésimo crimen de la « camorra ». Los dos hombres comentan, lamentándose que su ciudad está enferma, como enferma está la Canción napolitana (como género, ndt). En nuestros días, esta última duerme, como duerme el Vesuvio. Los 2 viajeros llegan a su destino: Un teatro en el cual se están llevando a cabo tomas para una película. Tony, un cantante y Ciro, un mimo (Pulcinella), se encuentran sobre la escena. En efecto, ambos participan en la película, que estudia las raíces de la canción napolitana. Al final, los dos protagonistas principales vuelven a tomar el coche y siguen recorriendo la ciudad. Su reflexión los lleva a la conclusión de que, al contrario de lo que se pueda pensar y a su pesimismo del inicio, la canción napolitana está viva, aún si algunas veces puede parecer dormida, exactamente como el volcán. Este marco dramático sirve para dar la palabra a la gente común de la ciudad, a las voces de los ciudadanos ordinarios. Gracias a los comentarios de los « transeúntes », la mirada sobre Nápoles se deshace para restablecerse después, como la imagen de un Caleidoscopio. Cada uno ve su ciudad con la distancia de un extranjero: El pescadero, el artesano, el ama de casa, el cura, el profesor, el mercader de frutas y verduras, la lavandera, los viejos y los niños, todos ellos se expresan con los temas que forman la base de la música napolitana. En esta forma, la película presenta la canción napolitana en su contexto cotidiano, complejo y dinámico. Este género musical no está limitado a una categoría ni a una clasificación. Se presenta como un fenómeno vivo, necesario al temperamento de los Napolitanos. Intérpretes y Personajes
Comentario« El Napolitano no se interesa en la verdad, ya que cada verdad es, en el fondo, fea. Tampoco le concede una gran importancia a la utilidad. Nápoles se basa en las sensaciones. En Nápoles reínan los sentimientos. » [1] La película comienza con esta explicación, que es una cita libre del filósofo germano-estonio Hermann Graf Keyserling. Por otra parte, este largometraje de prácticamente una hora, no tiene un desarrollo dramático propiamente dicho, sino que aparece como un « collage » de miradas sobre la ciudad de Nápoles, acompañadas por la música. Y son los propios Napolitanos, esos « transeúntes » interpretados por actores o por no profesionales del cine que dan sus comentarios sobre los diferentes aspectos de la ciudad ». Recepción críticaBernard Mérigaud en Télérama (No.2561) del 10 de febrero de 1999:
Raffaella Leveque, en “Il Mattino” del 30 de marzo de 1998:
Nota bibliográfica
Referencias
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