Llámenme Mike
Llámenme Mike es una película mexicana que se comenzó a rodar en 1978 pero no se estrenó sino hasta 1982 debido a que fue censurada por su fuerte crítica hacia la policía de esos años. «¡Qué horrible ciudad! Cada vez más ficheras, más alcohólicos, más jotos. ¡Voy a acabar con el vicio!»[1] fue el eslogan con el que apareció el cartel publicitario. La historia analiza con mucho humor negro los valores humanos de la población mexicana de esos años y la forma en que su cultura va siendo modificada. SinopsisNarra la historia de Miguel (Alejandro Parodi), un policía corrupto nada diferente a sus compañeros y jefes quien se desempeña como agente de la división de drogas de la policía mexicana. Su labor se ve facilitada gracias a que él y sus colegas alientan el narcotráfico y protegen a quienes se les da la gana; en una ocasión un cargamento de cocaína es decomisado y desaparecido frente a la ley sin que nadie lo impida. Debido a esto último el jefe del escuadrón exige un culpable y Miguel, víctima de un pacto entre caballeros, acuerda entregarse con la promesa de que saldrá en seis meses y sus amigos estarán eternamente agradecidos. Una vez dentro Miguel es recibido por los reos que él mismo arrestó, con una golpiza en el baño que lo deja hospitalizado. Gracias a una intervención quirúrgica Miguel cambia de personalidad para convertirse en un feroz anticomunista defensor de la familia, un personaje de cómic; debido a esto es enviado al manicomio. Ya en el manicomio logra escapar gracias a la ayuda de otro paciente con la consigna de descubrir una conspiración comunista; una vez afuera se encuentra con sus antiguos compañeros pero no los reconoce y «Llámenme Mike» les pide. A partir de ahí inicia una persecución llena de peligros contra una conjura bolchevique inexistente.[2][3][4] Elenco
RecepciónCausó una fuerte polémica debido a la fuerte crítica que hacía e inclusive su estreno fue retrasado. «La película por estrenarse con el título de "Llámenme Mike" es en verdad una feroz crítica para la policía capitalina.»[5] El director realizó el filme con el fin de generar un cambio tanto en el cine como en la sociedad. «Esta es una comedia, pero lleva implícitamente un mensaje, una crítica a la penetración cultural que ha recibido nuestro país y nuestro pueblo por parte de EE.UU.» Premios
Referencias
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