Cuando el protoindoeuropeo (PIE) se disgregó, su sistema de sonidos lo hizo también, de acuerdo con ciertas leyes sonoras, en las lenguas hijas.
Notables entre ellas son la palatalización que produjo las lenguas satem y la ley de Pedersen. Otros cambios notables son las leyes de Grimm y Verner en el protogermánico, un cambio independiente similar a la ley de Grimm en armenio, la pérdida de *p- prevocálica en protocéltico, la ley de Brugmann en protoindoiranio, la ley de Winter y la ley de Hirt en baltoeslavo, la fusión de las plosivas sonoras y aspiradas y de /a/ y /o/ en distintas lenguas "septentrionales". La ley de Bartholomae en indoiranio y la ley de Sievers en protogermánico y varias otras ramas pueden o no haber sido una característica común ya en el primitivo indoeuropeo. Un número de innovaciones, tanto fonológicas como morfológicas, forman características de área comunes a las lenguas itálicas y célticas; entre ellas se encuentran el paso de consonantes labiovelares a consonantes labiales en algunas ramas itálicas y célticas, produciendo el céltico P y el céltico Q (así como itálico P e itálico Q, aunque estos términos son menos usados). Otro grupo que comparte varias innovaciones de área es aquel formado por el griego, el indoiranio y el armenio; entre las innovaciones fonológicas comunes están la ley de Grassmann y la pérdida de *s- prevocálica en protogriego.
Los símbolos entre corchetes representan la pronunciación oficial según la AFI (véase la página correspondiente para mayor información).
Consonantes
Consonantes indoeuropeas y su reflejo en las lenguas derivadas
7 La así llamada ruptura está discutida (ejemplos típicos son *proti-h₃kʷo- > Ved. prátīkam ~ Gr. πρόσωπον; *gʷih₃u̯o- > Ved. jīvá- ~ Arm. keank‘, Gr. ζωός; *duh₂ro- > Ved. dūrá- ~ Arm. erkar, Gr. δηρός)