LevigaciónLa levigación o levigado es un proceso físico, que consiste en separar las partículas dependiendo de su masa y como consecuencia por su granulometría, es decir, se trata de «desleír en agua» una materia prima granulada o pulverizada hasta conseguir el depósito en el fondo del recipiente de las partículas más pesadas o gruesas. El término deriva de levigar (del latín: levigāre, suavizar, pulverizar).[1] En cerámica y alfarería es el proceso de decantación para «obtener arcillas depuradas» que se practicaba ya en el mundo clásico.[2] En la masa arcillosa sometida al baño quedará distribuida en el recipiente formando tres capas, una superficial con las «impurezas más ligeras» (detrito vegetal) y otra en el fondo con las más pesadas (guijarros, conglomerados).[3] Entre ambas capas queda disponible para el trabajo alfarero la arcilla así preparada, como en el caso de la llamada «terra sigillata».[4] El levigado –como el tradicional “colado”–,[5] es un método de decantación complementario de la criba o el tamizado.[2] Referencias
Bibliografía
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