Leucemia prolinfocítica
La leucemia prolinfocítica es el término general para dos tipos de leucemia linfática crónica:
Leucemia prolinfocítica de células BPor lo general, la leucemia prolinfocítica de las células B es una neoplasia maligna, de pronóstico pobre, aunque tratable.[1] Se caracteriza por presentar en la circulación sanguínea, células B de tamaño mucho mayores a los linfocitos normales. En la mayoría de los casos se debe a deleciones en los cromosoma 11 y 13.[2] Leucemia prolinfocítica de células TLa leucemia prolinfocítica de las células T se presenta con linfocitos inmaduros (más del 55% en sangre periférica) con un comportamiento muy agresivo (supervivencia menor a 1 año) con predilección por la infiltración de la sangre circulante, la médula ósea, los ganglios linfáticos (presencia de adenopatías, a diferencia de la leucemia prolinfocítica B), el hígado (hepatomegalia), el bazo (esplenomegalia) y la piel (leucémides). El tratamiento consiste en Campath (anti CD52) y trasplante alogénico en gente joven.[3] Es un tipo de leucemia muy poco frecuente que afecta a adultos mayores de 30 años.[4] Recibe otros nombre como Leucemia linfocítica de células T, Leucemia prolinfocítica T y leucemia linfocítica de células T.[3] Referencias
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